Programa Estudio Europeos
inició cuarto año de actividades
El programa cumplirá el próximo 24 de mayo su cuarto año de existencia.
Durán calificó a la Unión Europea como un proceso político que eventualmente podría cambiar la política mundial.
Con la charla La Unión Eurpea en la política mundial: el contexto del próximo quinquenio, dictada por Roberto Durán, del Instituto de Ciencias Política, de la Pontificia Universidad Católica, se dio inicio a una nueva versión del programa de Estudios Europeos, que el próximo 24 de mayo cumple cuatro años de existencia.
El investigador entregó una visión sobre la UE, Unión Europea, la que calificó como un proceso político que eventualmente podría cambiar la política mundial. En el contexto actual se indica una preeminencia del “esquema unipolar de la seguridad mundial”, según indicó Durán, en el cual persiste la influencia estadounidense, además de una preponderancia de la Republica Popular China, y una paulatina incidencia de economías emergentes, como las de Brasil, India, Pakistán, las dos Coreas, Singapur y México.
Otro de los factores identificado por el investigador es el “reordenamiento institucional” del multilateralismo mundial, abarcando en este ámbito los propios proceso regionales, la nueva estructura del Consejo de Seguridad de la ONU, además de la persistencia de guerras y conflictos.
En este último punto se aprecian los “nexos contrapuesto” entre la Unión Europea y Estados Unidos, evidenciado en 2003 con las políticas dirigidas hacia Irak, pero que “si se retrocede aún más en la historia se pueden apreciar más ocasiones de políticas divergentes”.
Las posiciones encontradas y coincidentes en materias de seguridad fue otro de los elementos analizados por Durán, al respecto indicó que “frente a tema del terrorismo nadie pudo haber estado más sensible que ambas potencias”, calificándola como una “lacra compleja que va a tomar mucho tiempo erradicar”. La diferencia radica –señaló Durán- en las maneras de solucionar este problema son contrapuestas. Mientras Estados Unidos apuesta por una “guerra preventiva”, la Unión Europea no. En consecuencia Francia y Alemania, toman la opción de “acercarse” a países como Afganistán y sus alrededores enfocando la situación desde una perspectiva cultural, y con el propósito de entregarle a esas naciones herramientas políticas que le sirvan para solucionar sus problemas. Encontrando en este punto una nueva lejanía entre ambas potencias.
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