Ximena
Rincón
“En la Universidad aprendí lo que
era el desarrollo
libre del espíritu”
Ximena
Rincón González, abogada, casada, tres
hijos, Intendente Metropolitano de Santiago, comenzó su
formación superior en la Universidad de Concepción
en 1985, cuando ingresó a Licenciatura en Historia
y Geografía. En su curriculum se puede encontrar
referencias al curso especializado en Derecho Constitucional
dictado ese mismo año en esta Universidad por
el ex ministro Francisco Cumplido y el profesor Humberto
Nogueira.
En
1998, la ex primera dama Marta Larraechea la nombró vicepresidenta
Ejecutiva Nacional de la Fundación de Promoción
y Desarrollo de la Mujer, Prodemu, cargo que ocupa hasta
2000, cuando es nombrada Superintendenta de Seguridad
Social, su último cargo antes de reemplazar a
comienzos de año a Marcelo Trivelli en la Intendencia
de Santiago.
Usted
estuvo en la Universidad en años difíciles,
con movilizaciones antipinochetistas ¿cómo
vivió esa época?
Mi familia me inculcó ciertos principios y valores
y a luchar por ellos. Encabezamos en 1985 muchas protestas
que terminaron con detenidos, con gente mojada y arrancando.
Hicimos trabajos voluntarios en lugares de bajos ingresos,
teníamos reuniones en las que nos juntábamos
a pensar y elaborar aquellos pasos que creíamos
necesarios para recuperar la democracia. Sin lugar a
dudas ese año fue muy especial para mí.
¿
Alcanzó a empaparse de la cultura universitaria
y del lema de la UdeC?
En la Universidad de Concepción aprendí lo
que era el “desarrollo libre del espíritu”.
La vida universitaria de ese año marcó mis
pasos en la política. Logré dimensionar
la importancia de la libertad de ideas, lo trascendente
de la democracia, la igualdad como valor, la participación
como un lema de vida.
¿
Tiene recuerdos de esa época?
Sí, sobre todo el Foro Universitario con el Campanil,
la Biblioteca Central y la cafetería, pero lo
que más recuerdo son las charlas con los amigos
de las facultades de Derecho, Ingeniería y Medicina.
¿
De qué manera su ingreso a la Universidad marcó su
inicio en la carrera política?
Mi interés en la política se gestó cuando
tenía apenas 14 años e ingresé a
la Democracia Cristiana de la enseñanza media
y fui dirigente de la JDC. La Universidad fue importante
en mi formación y reafirmó mis valores
e ideales. Estar segura de que lo que estaba haciendo
era lo correcto y lo más justo, me ayudó al
asumir la jefatura de núcleo (de Historia y Geografía)
en la DCU.
¿
Qué relevancia tuvo en su formación el
tener de profesores como Francisco Cumplido y Humberto
Nogueira?
Sin duda la formación profesional tiene injerencia
en lo personal y eso tiene mucho que ver con los profesores
que nos formaron. Mucha de mi perseverancia e inquietud
política se gestó gracias a la posibilidad
de asistir a clases dictadas por ellos o haber podido
ser alumna de Ramón Luco, Iván Lavados
o Armando Uribe.
Hoy es intendenta de Santiago, en la
segunda línea
de fuego después de La Moneda, ¿Cómo
asume esta tarea?
Para mí es un tremendo honor el gesto de confianza
del Presidente Lagos. Es una tremenda responsabilidad,
pero la segunda línea de fuego no es la Intendenta,
ese lugar lo tiene el ministro del Interior. Asumo esta
tarea con mucho cuidado, con orden, con mucho apoyo de
los profesionales de todas las reparticiones y con un
respeto enorme hacia mi familia. Juan Carlos Latorre,
mi esposo, y nuestros hijos requieren de toda mi atención,
amor y preocupación.
¿
Cuesta compatibilizar ese rol público con su vida
familiar?
Es complicado porque el tiempo
nunca es suficiente ni para
la familia
ni para terminar
de ver
todos los temas
que impone este rol. Me levanto
muy temprano para leer la prensa
e ir
a dejar a mis
hijos al colegio
y trato
de llegar a hacer las tareas
con ellos. Mi mayor prioridad
es ser
mamá, por eso nunca dejo de asistir a las
reuniones de apoderados y me encargo de llevarlos al
pediatra, oftalmólogo y dentista y trato de acompañarlos
en sus actividades extra programáticas (...) Hay
una dosis importante de apoyo y paciencia de mi esposo
y familia hacia mí, y otra de correr mucho, de
no fallar en los momentos importantes, y en eso mi marido,
ha sido un pilar fundamental. Erwin
Acevedo Ibáñez
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