Escuela de Verano: en pos de la pluralidad ideológica

El talante crítico y cultural de la Escuela de Verano de la Universidad, fue nuevamente puesto de manifiesto en la inauguración de la jornada estival, cuando a las palabras juguetonas y plenas de citas a intelectuales, poetas y cantautores de la directora de Extensión, María Nieves Alonso, se sumó la conferencia relativa a O´Higgins y el proyecto nacional, del general de Ejército Juan Emilio Cheyre, en una cita entre el mundo académico y militar.

La directora de Extensión hizo referencia a la numerología al recordar que ésta es la Escuela de Verano nº 7 en “este expectante año 2005, que da 7, número que simboliza un ciclo completo por la transformación que inaugura. Posee un sentido mágico al pasar de lo conocido a lo desconocido”.

Bajo el nombre de Utopías para el Siglo XXI, la Escuela de Verano 2005 representa, en palabras de Alonso, más que un conjunto de actividades académicas y artísticas, otra voz.

“Estamos aquí para hacer preguntas y compartir esperanzas, y para urdir utopías que nos permitan mantener el fervor en medio de la ruina. Para hacer una tierra mejor. La Escuela tiene sus raíces profundas ahí donde nace el pensamiento utópico”, dijo y concluyó señalando que la pluralidad ideológica tiene que ser una marca de esta escuela.

Por su parte, el general Juan Emilio Cheyre se refirió a los vínculos que se evidencian entre la vida y obra de Bernardo O´Higgins: el proyecto nacional, y el título que define a la Escuela de Verano 2005.

Para ello recurrió a sus numerosos escritos, cartas, pensamientos y reflexiones. “Gracias a sus confidencias más íntimas, uno puede concluir que O´Higgins no fue exactamente un adelantado a su época; más bien un adelantado a la patria donde le tocó nacer. A la patria que él soñó”.
Cheyre destacó de la vida y obra de O´Higgins su carácter firme y decidido para emprender “la libertad de Chile y de los pueblos de América”.

“ La unidad de los chilenos es un asunto esencial en el proyecto nacional de O´Higgins”, dijo y concluyó señalando que “actualmente, el amor a la patria, en el espíritu o´higginiano, se puede expresar en que seamos capaces de ser más eficientes, más educados, más solidarios, más tolerantes y equitativos, puesto que en el ejercicio de esas virtudes nos iremos posicionando cada vez más como una nación moderna, activa, ejemplo de civismo, estabilidad, progreso y seguridad”.