En
la Estación Experimental El Nogal de la
facultad de Agronomía y el predio de la
Sociedad Agrícola y Vitivinícola
San Jerónimo, en Portezuelo, se desarrolló el
14 de diciembre un día de campo que tuvo
por objetivo mostrar a investigadores, productores
y representantes de empresas, los avances del
proyecto Fondef Optimización del manejo
orgánico del arándano, dirigido
por los académicos del departamento de
Producción Vegetal, Ruperto Hepp y Humberto
Serri.
Los asistentes conocieron los resultados de
pruebas con mulsh para el control de malezas
y ensayos
de riego para mejorar producción de frutos
y su calidad, así como los ensayos en fertilización,
dirigidos en encontrar la mejor fuente orgánica
de nitrógeno, a través de guano compostado
de pollo, de cerdo y combinaciones de éstos
con otros productos, como extractos de algas.
Una característica importante de la investigación
es que compara métodos de cultivo tradicional
y orgánico, teniendo en cuenta producción,
calidad de la fruta y rentabilidad.
El director del proyecto, Ruperto Hepp, explica
que la producción orgánica y la tradicional
tienen mercado en la contraestación de Estados
Unidos, Europa y Japón. Destacó el
impacto de este proyecto en un tema importante
para el negocio exportador y sobre el cual no existe
información científicamente validada.
La iniciativa permitirá establecer pautas
de manejo orgánico validadas, con tecnologías
limpias, capaces de lograr una alta producción
de fruta, de buena calidad, con una vida poscosecha
prolongada y sin contaminación.
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M+s
información
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Investigación
de alto impacto
para el sector exportador
Una
iniciativa pionera, que apunta a solucionar
uno de los principales
problemas que enfrentan los exportadores
de alimentos, relacionado con la contaminación
de sus productos, será desarrollado
por la facultad de Medicina Veterinaria,
con el cofinanciamiento de Innova Bío
Bío y 7 empresas del sector cárnico
y hortofrutícola de Ñuble.
El proyecto, presentado el pasado jueves,
desarrollará técnicas de
diagnósticos de biología
molecular (llamadas PCR) para pesquisar
agentes patógenos en alimentos,
que provocan enfermedades como la vaca
loca, la fiebre aftosa, la escherichia
coli y la salmonella.
Esto corresponde a los de mayor relevancia
como barreras arancelarias en la comercialización
de productos alimenticios o animales a
nivel nacional e internacional.
El costo total del proyecto es de 169
millones de pesos y será de especial interés
para empresas de Ñuble del rubro
cárnico y hortofrutícola
que han logrado posicionarse en exigentes
mercados internacionales. Su director es
el académico de la facultad de Medicina
Veterinaria, Alvaro Ruizs.
El PCR reemplaza la identificación
bioquímica o serológica (usadas
habitualmente) por la utilización
de marcadores genéticos altamente
específicos para cada agente patógeno,
disminuyendo el tiempo de respuesta respecto
de las técnicas tradicionales, desde
1 a 2 semanas a 24-48 horas. Una
vez establecidos los protocolos de PCR
para la pesquisa de patógenos
en forma individual, se estudiará la
factibilidad de implementación de
un PCR múltiplex, en que en una
misma reacción se identifique dos
patógenos a la vez.
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