Albino
Echeverría
“La Casa del Arte es la
cara de la Universidad”
Una
singular relación con la Universidad ha tenido
el recientemente reconocido con el Premio Regional
de Arte, Albino Echeverría. En 1962 entró a
esta casa de estudios como carpintero y a poco andar
era ya jefe de taller. Sin embargo, al año renunció al
trabajo.
En 1966 regresó pero esta vez como pintor ayudante
del maestro González Camarena en la confección
del mural Presencia de América Latina en la Casa
del Arte.
Por
esa época este artista plástico, de
factura tradicional e interesado en los pequeños
detalles del paisaje, conformaba el Grupo de los 4, en
pintura, junto a Rafael Fuentealba, Hugo Pereira y Héctor
Ramírez.
Una vez terminado el mural, don Albino, padre de cuatro
hijos y abuelo de 1 nieto, regresó a su taller
y a su sueño de instalarse con una mueblería
propia. Por esos años trabajó como decorador
cerámico en Fanaloza y estuvo un mes como ayudante
de Julio Escámez en el mural de la Farmacia Maluje,
mientras en las noches le robaba horas al sueño
para dedicarse a la pintura.
En 1970 Tole Peralta lo contrató como asesor artístico
de la Pinacoteca universitaria, de la que hoy es curador.
-¿Cómo
recuerda el impacto que produjo en la comunidad el
mural?
-En general produjo un impacto muy grande incluso
antes de estar terminado, porque era un mural
de grandes dimensiones
y realizado además por un artista mexicano. Todo
fue inmensa atracción. Nadie se atrevió a
levantar la voz porque los elogios eran muchos y muy
notorios.
-¿Cómo regresó a la Universidad,
luego de terminado el mural?
-Me contrató Tole Peralta como asesor artístico
de la Pinacoteca porque el estaba solo. Dos años
después, en 1972, se creó el departamento
de Artes Plásticas y me nombraron profesor de
tecnología del arte. Duré un año
en ese puesto. Después me volvieron a contratar
como profesor de tecnología y pintura y volví a
renunciar, retirándome de las actividades docentes.
-¿Qué recuerdos tiene de Tole Peralta?
-Más que jefe y empleado éramos amigos,
además él había sido mi maestro.
-¿Qué importancia tenía la Pinacoteca
de la Universidad de Concepción en esa época?
-Su mayor importancia radicaba en la colección
de Julio Vásquez Cortés que era muy valorada;
además estaba una colección de reproducciones
que se exponía con gran éxito en distintas
ciudades y era acompañada por disertaciones de
Tole sobre las distintas épocas.
-¿Cómo llega a vincularse con la restauración?
-Habíamos armado un tallercito de carpintería,
que es donde hoy se hacen los marcos, y como tenía
tiempo libre hacía marcos y restauraciones menores.
En 1977 gané una beca de restauración en
el Cuzco, donde estuve 6 meses. Desde ahí comenzamos
a restaurar, íbamos improvisando, aunque eran
cosas menores porque la Pinacoteca tiene como norma que
no se compran cosas en mal estado. Aquí se hace
hincapié en la conservación más
que en la restauración.
-¿Cómo llegaban los artistas nacionales
a exponer en Concepción en esos tiempos?
-Venía harta gente a exponer dentro de una línea
determinada traída por marchand como Oscar Vila
junto a Alfredo Olate. Era pintura muy clásica:
Fernando Morales Jordán, Carlos Pedraza, Sergio
Montecinos, Carlos Ossandón y Hardy Wistuba. Eran
escasas las cosas de lo que ahora llamamos vanguardia.
-¿Cuál es, a su juicio, la exposición
más relevante que ha pasado por la Pinacoteca
en estos años?
-Son tantos años. Una exposición que encuentro
fue muy importante, es una de retratos que, a fines de
los 60, trajo Hernán Larraín Peró,
gran pintor que pasó casi toda su vida en Francia
y cruzó por distintas tendencias, pero como retratista
era magnífico. Otra exposición interesante
fue la de esculturas de Víctor Hugo Núñez,
en 2003.
-¿Cuál es, según usted, la importancia
hoy de la Casa del Arte de la Universidad de Concepción?
-Es una presencia imposible
de soslayar en ámbitos
culturales de la Concepción. Es un centro no sólo
difusor; fundado en lo valioso de su colección,
es un punto de referencia que ninguna persona puede dejar
de advertir como uno de los hitos culturales de esta
ciudad, además que es representativo de la Universidad.
Es su cara más visible.
Ximena
Cortés
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