Diputado
Víctor Pérez Varela
Nuestra
tarea es fiscalizar
El
diputado de la UDI comenzó a estudiar Derecho en
1972, cuando recién tenía 17 años.
Luego de titularse en 1977, ejerció por un breve
período antes de ser nombrado alcalde de Los Ángeles.
Hoy cumple su cuarto período en la Cámara
y se prepara para postular a una senaturía.
A
pesar de ser estudiante de Derecho el diputado Pérez
no arremetió a castañazo limpio contra ningún
adversario de Ingeniería -donde asegura tenía
muchos amigos- y no porque no tuviera puesta la camiseta
de su Facultad, sino que por esos años los adversarios
estaban en la dirección opuesta.
Las
diferencias estaban dadas básicamente con la escuela
de Medicina y nuestras luchas eran en esa dirección.
-¿No
tiró castañas, entonces?
A
la escuela de Ingeniería no, a la de Medicina sí.
Su
paso por la universidad en una época convulsionada
fue determinante tanto en lo profesional como en lo político.
La vida en el Campus le permitió entender a la
sociedad chilena con sus distintas miradas, mientras reafirmaba
su convicción de que estaba recibiendo una preparación
técnica muy apropiada en Derecho.
El
año 1972 se vivía una vorágine política
muy significativa por lo que entrar a la Universidad de
Concepción era ingresar al epicentro de la vida
política nacional y regional.
-
¿Algún profesor que recuerde con especial
cariño?
Guardo
grandes recuerdos de mi profesor de Derecho Civil, Ramón
Domínguez, que debe es uno de los mejores civilistas
del país. De él rescato la gran calidad
intelectual, la versación jurídica y su
gran capacidad para transmitir esos conocimientos a los
alumnos.
-
¿Un compañero de la época con el
que mantenga vínculos actuales?
Tengo
grandes amigos de mi paso por la Universidad, de hecho
me encuentro con ellos en distintas instancias de nuestra
vida. Uno de mis mejores amigos fue compañero de
curso y guardo también una gran relación
con otros, ya sea en el ejercicio profesional o en el
Poder Judicial.
-
¿Su vocación por el servicio público
surge en la Universidad?
Yo
diría que la tenía desde antes, pero la
Universidad ayudó mucho en eso. Tuve una formación
que privilegiaba el ejercicio profesional sin duda, pero
también abría una puerta al servicio público.
Lo que yo aprendí en la Universidad de Concepción
me ha servido ya sea como alcalde, como diputado o como
dirigente político.
-
Usted se ha caracterizado por su exposición pública
en la denuncia, ¿eso obedece a una convicción
personal o a una manera de hacer política distinta
a la tradicional?
Los
diputados tenemos atribuciones definidas por la constitución:
participar en la elaboración de la ley y fiscalizar
los actos de gobierno. A lo mejor lo primero resulta un
trabajo más tedioso y con ciertas restricciones,
sobre todo si uno es diputado de oposición, pero
lo segundo resulta una responsabilidad de primer orden.
Muchas de mis fiscalizaciones no han tenido tanto impacto
público, claro que hay algunas como honorarios,
indemnizaciones, Tribasa que sí
lo han tenido, pero eso tiene que ver con la importancia
que le dan los medios de comunicación a determinadas
actividades y noticias y no con una decisión personal.
-
¿Dónde está su futuro político?
Mi
futuro está en ser candidato a senador por la Octava
Región Cordillera y eso significa sumar al distrito
47, que es parte de la provincia de Bío Bío,
la provincia de Arauco más Lota, Chillán
y comunas agrícolas de la provincia de Ñuble.
Lo veo como un paso importante, necesario y lógico
de lo que ha sido mi actuación como diputado y
a la necesidad de que Joaquín Lavín tenga
en el Senado el mayor apoyo posible.
Erwin
Acevedo Ibáñez
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