
El
laboratorio de Oceanografía Física
cuenta desde este mes con el primer sistema operacional
de predicción y alerta de El Niño
de América Latina. Este avance es fruto de
la colaboración creciente entre el Instituto
de Investigación y Desarrollo, IRD, de Francia,
y las facultades de Ciencias Físicas y Matemáticas
y de Ciencias Naturales y Oceanográficas.
La
implementación del sistema en la Universidad
se concretó recientemente, tras el regreso
desde Francia del académico del departamento
de Física de la Atmósfera y el Océano,
Defao, e investigador del Laboratorio de Oceanografía
Física, Rodrigo Abarca. El doctor en Geodesia
Espacial ha estado trabajando desde hace un año,
a través de estadas periódicas, con
el creador del modelo, el investigador del IRD,
Boris Dewitte, para producir los ajustes para su
funcionamiento acorde a las necesidades de la Región.
El
sistema, como explica Abarca, está basado
en un modelo dinámico de la variabilidad
oceánica en el Ecuador, asociada a modelos
estadísticos de los cambios atmosféricos
en los trópicos.
La
herramienta es una adaptación, realizada
por Dewitte, sobre uno de los primeros modelos predictivos
de El Niño, desarrollado en los 80, que sólo
explicaba los aspectos de oceánicos de la
zona ecuatorial.
El
sistema permite prever la ocurrencia del fenómeno
por la vía de modelos dinámicos y
estadísticos. El primero funciona sobre la
base de ecuaciones (en las que se introducen diversos
valores a los factores que actúan en los
sistemas oceánico-atmosférico, como
por ejemplo la temperatura), mientras que el segundo
apunta a la realización de proyecciones de
acuerdo a los registros históricos de esas
variables.
En
una primera etapa, la Universidad se centrará
principalmente en los modelos estadísticos
de la atmósfera y en el desarrollo de líneas
de investigación que permitan aumentar las
capacidades del sistema, que como adelantara
Abarca- ya cuenta con su primera predicción,
hecha en conjunto con el equipo de Boris Dewitte.
El modelo muestra el desarrollo de un pequeño
Niño durante el próximo año.
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M+s información
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Proyecciones
científicas
La
instalación del modelo en la Universidad
responde al estado de desarrollo que ha
alcanzado la investigación en oceanográfica
y en áreas como la física
y la biología, y las sinergias
que se han producido entre las dos facultades
que mantienen colaboración con
el IRD.
A partir de la implementación de
esta nueva tecnología, los científicos
universitarios esperan poner en marcha
nuevas líneas de investigación,
que pueden aportar de manera significativa
al conocimiento de la realidad climática
regional.En el caso de Chile, luego de
las predicciones de un evento, se podrá
estimar los cambios que un Niño
puede generar en los patrones de precipitaciones
y temperatura.
En
su última estada en Francia, Rodrigo
Abarca esbozó las bases de un nuevo
trabajo conjunto con el IRD, que apunta
más allá de la sola predicción.
Partiendo
por el estudio de las ondas ecuatoriales
y las variaciones de temperatura superficial
del mar, se espera determinar los cambios
que operan en el clima a lo largo de toda
América Latina, involucrando a
diversas instituciones de investigación.
Este tipo de análisis, señala
el académico, serviría también
para estudiar los impactos de El Niño
sobre la agricultura y la epidemiología
en zonas afectadas por eventos de este
tipo, o instalar un sistema regional de
alerta.
Por
lo pronto, el sistema comenzará
elaborando, cada tres meses, boletines
con las predicciones sobre la temperatura
del Pacífico Tropical, punto donde
se observan las primeras manifestaciones
de un posible Niño. Más
adelante se proyecta agregar un modelo
estadístico de la Región
y estimaciones de la variabilidad atmosférica.
Todo será complementado por un
sitio web, que aspira a convertirse en
el punto de referencia sobre El Niño
en Latinoamérica.
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