Versión para imprimir

Panorama en PDFEn PDF
Requiere Acrobat Reader

Contáctenos

 

Optimizado para Explorer 4 o superior y resolución de 600X494

nro 494   Jueves 11 de septiembre de 2003

PORTADA   • 
EDITORIAL  • 
TITULARES  • 
AGENDA   • 
lt.jpg (933 bytes) BUSCAR   • 
ANTERIORES   • 
EQUIPO   • 
CONTACTO  • 
 
 

 

 

 

 

  • PERSONAJES

Teresa González
Una mujer al frente de su destino

En el último número de la revista femenina Elle que dirige, Teresa González Ramos (casada, tres hijos) escribe sobre Coco Chanel, figura legendaria que re-vistió a las mujeres de la posguerra y asentó un imperio mundial de la alta costura. Lo hace luego de haber recorrido la casa donde vivió Chanel, en la rue Cambon, aprovechando su estada París.


Tere vivió y estudió en Concepción. Más exactamente su casa estaba en Lirquén, donde su padre ingeniero se desempeñaba como ejecutivo en Vidrios Planos. Luego de terminar sus estudios ingresó a periodismo en la Universidad de Concepción. No fue -rememora- una decisión fácil. Conjuntamente estudió algunos años antropología. Tras dos años de búsqueda, sin claridad respecto a su verdadera vocación, con una visión crítica en lo social y una necesidad de ser útil, fue su primer marido, Rafael Retamales, economista del mismo plantel quien le mostró periodismo. Acerté. Se sintió feliz, supo que eso era lo suyo.

Sus cuatro hermanos son también profesionales de nuestra Universidad.

¿Cómo recuerda esa escuela de principios de los 70?

Como una escuela que trabajaba en la perspectiva del máximo conocimiento, pero con máxima profundidad. Fue una formación privilegiada que explica el éxito profesional que hemos logrado quienes pasamos por allí. Nuestra malla era muy amplia, incluía filosofía, economía, historia, con profesores de un nivel que no he visto en otra escuela. Yo terminé en la Católica y sé lo que digo.

¿Cuándo y dónde empieza a ejercer?

En el suplemento femenino de La Tercera. Desde entonces que no me he desligado de esta temática. Luego pasé a ser editora del área educativa. Allí parte la experiencia de Icarito y los proyectos educativos masivos con una tremenda visión de futuro. Holanda Comunicaciones me pide me haga cargo de la primera revista juvenil Miss 17. Da la casualidad que mis tres hijos eran adolescentes, entonces mi sensibilidad estaba alerta. La revista tuvo un boom mediante el concurso de Miss 17.

¿Desde cuándo dirige Elle?

-Desde 2001 cuando la misma editorial me llama porque se había hecho cargo de editarla. Una publicación que es importante, que tiene historia, que es aportadora y a la cual hay que darle un cambio editorial. Estamos en presencia de otro público: una mujer moderna, informada, inteligente, consciente de su rol en la sociedad, creativa, con capacidad de soñar.
¿Su cargo le implica viajar a París con frecuencia?
-Dos veces al año. Hablamos de una editorial que tiene 36.000 empleados sólo en Francia y que edita Elle en 36 países, pero que no es sólo Elle, sino también Paris Match y otras publicaciones de enorme relevancia. Nos reunimos todas las directoras y estamos hablando de Elle en Croacia, Polonia, Rusia, Brasil, en fin.

¿Coinciden las visiones femeninas de países distintos y distantes?

-Coinciden. Se hizo recién una encuesta a 23.000 mujeres y los resultados por países los estamos entregando. En Chile indican que las mujeres están orgullosas de serlo. Con un gran cambio: se ha definido por su persona en primer lugar. Antes lo hacía por el marido y los hijos. Este planteamiento no es egocéntrico, sino que de solidaridad y compromiso. Es el “si yo estoy bien, está bien mi trabajo; mi hogar, la relación con mi marido y mis hijos”.

¿Los problemas tratados se parecen?

-Lo interesante es que frente a todos ellos está la filosofía Elle. Una revista que nace en la posguerra en una Europa está hecha pedazos, donde los hombres -por razones obvias- están desalentados y tristes y mujeres como Simone de Beauvoir, Francoise Giroud, arremeten y dicen “podemos salir de la postración, tenemos fuerza, queremos hacerlo”. Hoy pasa lo mismo en Croacia, o en Rusia, donde la directora de Elle se quejaba y planteaba su aburrimiento que el nombre de su país se ligara sólo a la corrupción.

¿Es el momento propicio para que una mujer sea presidenta?

Más que propicio y ojalá que así sea, dando cuenta del cambio fundamental que vive la humanidad en este principio de siglo, las mujeres participando en la conducción de sus países, en los cargos claves, poniendo la cuota necesaria de reflexión y sentido común, que los hombres suelen evitar en aras de la ideología. Nada le haría mejor a Chile que una mujer al frente de su destino.

Mónica Silva Andrade

Panorama en Internet  ®     

   volver al inicio de página

[Portada]
[Editorial] [Titulares] [Agenda]
[Buscar] [Anteriores] [Equipo] [Contacto]

Universidad de Concepción

® Universidad de Concepción
Dirección de Relaciones Institucionales
Oficina de Comunicaciones