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Investigadores
buscan claves para
entender florecimientos algales nocivos
La
tan temida marea roja es sólo la denominación
común de un evento natural: las floraciones algales,
un aumento explosivo de los microorganismos (dinoflagelados
y diatomeas) que forman el fitoplancton. La mayor concentración
de estos organismos es lo que da una tonalidad rojiza
a las aguas. De ahí, el nombre.
La
marea roja no es dañina en sí. Se convierte
en un peligro cuando aparecen los dinoflagelados Alexandrum
catenella y Dionophysis acuta y la diatomea Pseudonitzschia
australis, portadores de toxinas paralizantes, diarreicas
y amnésicas, respectivamente. Estos tres organismos
hacen que un florecimiento algal se transforme en nocivo,
generando grandes pérdidas en la actividad pesquera,
por sus efectos: organismos filtradores se convierten
en un veneno para los humanos y los salmones de cultivo
presentan irritaciones en sus agallas que dificultan el
intercambio de oxígeno.
A
pesar de los varios registros de estos eventos en el país,
la comunidad científica aún no sabe por
qué se producen. Pero a partir de este mes (y por
dos años), una investigación a cargo del
docente del departamento de Oceanografía, Marco
Salamanca, intentará entender, en la X Región,
los mecanismos que gobiernan los florecimientos algales
nocivos (FAN).
En
una primera fase, el proyecto que
forma parte del programa Marea Roja de Fondef- se centrará
en conocer las condiciones que presenta la columna de
agua previa ocurrencia de un FAN (una caracterización
de sus componentes orgánicos e inorgánicos)
y de las condiciones ambientales en la zona del estudio.
Para Salamanca, el mejor escenario para el proyecto es
que se presente el fenómeno, en cuyo caso, la investigación
podrá establecer correlaciones entre los precursores,
factores meteorológicos y transportes de las aguas
lluvias, entre otros elementos, y determinar, a la vez,
qué organismos producen toxicidad.
La
investigación también busca establecer un
modelo predictivo del transportes de los FAN, una vez
que éstos se presentan. Este modelo se desarrollará
sobre la base de los patrones de circulación de
Chiloé (establecidos a través de otros proyectos).
Según Salamanca, en la ocurrencia de un FAN, este
modelo ayudaría a predecir sus desplazamientos
a otras zonas, lo que permitiría adoptar medidas
para mitigar sus impactos, como el cierre de áreas
de manejo, adelantos de cosechas o retirar salmones de
las jaulas, entre otras.
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