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Claudio Sánchez
De la filosofía a la política
Egresado
de filosofía de nuestra casa de estudios, el seremi del
Trabajo, Claudio Sánchez Perret ha ocupado diversos cargos
de importancia regional: director del Sence, director
de Desarrollo Comunitario de la municipalidad de Concepción
y director del Centro de Observaciones y Diagnóstico de
Menores.
A
su haber también posee estudios de posgrado en Administración,
Sicología Organizacional y en Habilidades Directivas.
Estudió en la Universidad entre los años 1982 y 1986,
siendo activo participante de la Generación del ’80. En
1983, con alumnos de distintas carreras reconstituyeron
el Grupo Universitario Radical, el cual presidió entre
1985 y 1986, una agrupación con ideología de la social
demócrata.
-¿Cómo
comienza su interés político en la Universidad?
En
esa época ya existían varios actores políticos muy activos,
recuerdo las convocatorias de Cristián Cornejo y, posteriormente
las de Alejandro Navarro, por ejemplo, siempre eran muy
exitosas. Mucha gente los iba a escuchar, eso se debe,
pienso, a que eran agrupaciones con una alta credibilidad,
de ahí que tuvieran tantos seguidores.
-¿Qué valora, personalmente, de esa época y a qué piensa
que se debe?
Las relaciones que entablé con distintas personas, por
ejemplo el mismo Alejandro Navarro (diputado) y Mauricio
Araneda (asesor jurídico de la municipalidad de San Pedro
de la Paz). Puedo decir que fuimos una generación de fuertes
lazos, los que hasta hoy se mantienen. Lo que pasa es
que los G 80 tuvimos una gran lucha dentro de la Universidad,
peleamos todos los días para recuperar la democracia del
país, desafiando abiertamente a la dictadura, lo que era
bastante arriesgado, acuérdate que ante todo éramos estudiantes
y la autoridad mandaba. A mí, por ejemplo, el rector designado
de la época me sancionó por 4 semestres académicos, sanción
que luego se revocó, pero muchos de mis compañeros lo
pasaron muy mal, y aún así seguíamos luchando por esta
causa.
-Siendo tan joven, y arriesgando tanto, como acaba de
contar ¿qué posición tomó su familia al respecto?
Somos 5 hermanos y yo soy el menor de los hombres, después
viene mi hermana. Mis papás se asustaban harto con lo
que me podía pasar y con lo que le podía pasar a mis hermanos.
Uno de ellos, en ese tiempo estudiaba en la Escuela de
Investigaciones, y mi participación en los actos universitarios
podían afectar en su desempeño, ésa era una preocupación
sobre todo de mi padre. Pero con mi hermano no hubo problemas,
siempre conversábamos y el acuerdo de nosotros fue siempre
el respetar nuestras ideologías. Mi mamá era más aprensiva,
sufría mucho con las protestas y tenía un gran temor que
la Universidad me sancionara, como ocurrió. Con mi otro
hermano, que estudiaba Arte, tratábamos de buscarnos cuando
participábamos en una manifestación, para asegurarnos
que el otro estuviera bien, nos cuidábamos harto. Incluso
para volvernos a la casa llegábamos juntos, de esa manera
tranquilizábamos a la mamá para que se diera cuenta que
estábamos bien
.
-Nos referimos a su vida política ¿y la vida de simple
estudiante?
Cuando
entré a la Universidad tenía 18 años y poseía un pensamiento
muy humanista, por eso escogí filosofía. La mayoría de
mis profesores eran geniales, tenían la capacidad de hacernos
sentir los ignorantes más grandes del mundo, yo lo agradecí
enormemente, fue la manera en que nos obligaban a superarnos.
También habían profesores menos aplicados, ésos que recurrían
a los cuadernos de alguna ex alumna con buena letra para
hacer sus clases. Tengo muy buenos recuerdos del actual
decano de Humanidades y Arte, Eduardo Núñez. Como anécdota
una vez le pidieron dictar una clase que tratara sobre
el Sicoanálisis de Freud, él no quiso porque no se sentía
capacitado en ese momento, pero estudió durante casi 5
años y sus clases se convirtieron en una de las mejores,
hasta estudiantes de Medicina y de Sicología la tomaban,
ése se convirtió en un ejemplo a seguir.
Karina
Fuentes Riffo
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