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“La vida aún existe. La utopía aún existe”
El
lunes pasado se realizó la IV Mesa Redonda, Arte y globalización.
En la foto, Rodrigo Pincheira, periodista; Juan Pastor
Mellado, crítico de arte; Edgardo Neira, pintor; Mario
Toral, pintor, y Elicura Chihuailaf, poeta.
Bajo
esta provocadora afirmación se realizó la tercera Mesa
Redonda de la Escuela de Verano. Los panelistas cautivaron
a un auditorio repleto de profesionales y estudiantes,
quienes se deleitaron con reflexiones acerca de la vida,
el amor, la felicidad y la utopía.
El sacerdote Luis Rifo manifestó, con preocupación, que
hoy existen atentados contra la vida que intentan resguardarse
al amparo de la legalidad, tales son los casos del aborto
y la eutanasia. Agregó que “Dios confía el hombre al hombre”,
por lo que el uso de la libertad debe ser responsable
de sus consecuencias a largo plazo.
El doctor Elso Schiappacasse, ex decano de la facultad
de Medicina, quien abordó el tema del amor, invitó a la
“aventura de vivir” para encontrar la felicidad. “La llamada
del amor es la energía más importante, y este amor se
puede expresar, ayudando al otro a desarrollar todo el
potencial que posee”. Para poder manifestar amor al prójimo
es necesario, en primer lugar, amarnos a nosotros mismos,
respetarnos y perdonar lo que hemos dejado, dijo.
Felicitas Valenzuela, profesora de filosofía, abordó el
tema con la siguiente frase: “Si la vida no existiera,
no estaríamos aquí. Si la utopía no existiera no seríamos
humanos”. Realizó un análisis, ejemplificando con la Revolución
Francesa, y la posición de la mujer en el mundo
.
Otto Dörr, reconocido siquiatra, manifestó dos tipos de
utopía, la que posee poder y la que no. La primera es
la ideal, la que realizó Cristo, por ejemplo. La utopía
con poder es nefasta, ya lo demostró Hitler con el Nazismo
y la Revolución Francesa con la guillotina. “Es un tema
trascendental, del cual no podemos prescindir, pero mucho
cuidado con su uso”, manifestó.
Conferencia
Etnias y Globalización
“Un país que tiene problemas
indígenas es un país moderno”
El
historiador José Bengoa, licenciado en Filosofía con estudios
de posgrado en antropología y ciencias sociales, y autor
de varios libros entre los cuales se encuentra Historia
del pueblo mapuche, publicado en 1985; Conquista y barbarie;
Ensayo crítico acerca de la conquista de Chile, en 1992,
ha sido calificado como un importante y perturbador intelectual,
destacado por sus estudios sobre la globalización y las
minorías étnicas latinoamericanas.
En
conferencia señaló que hoy existe una obsesión por la
globalización y, a la vez, por el logro identidades de
las minorías, como ocurre en la base del tema indígena
chileno. Esta “batalla étnica” no sólo ocurre en Chile,
ni es un problema antiguo, es fruto de la idea constructivista,
presente en la organización de los estados modernos al
postular que no existen diferencias entre los habitantes
de un país.
Tres
son los procesos que generaron, históricamente, las minorías
étnicas, dijo. La primera generación data de fines de
la I Guerra Mundial, cuando los grandes Imperios, como
el Austro- húngaro y el Ruso, desaparecen. La segunda
generación ocurre luego de la II Guerra Mundial, cuando
las Naciones Unidas ordenó liberar los estados coloniales
existentes desde el siglo XIX, este proceso dio origen
a conjuntos organizados que luego se transformaron en
minorías. La tercera generación ocurre actualmente, consiste
en cambios producidos por el proceso de globalización
que contempla la fusión de culturas sin espacio para la
diversidad. Concluyó que cuando existe un alto grado de
legitimidad en el Estado, existe una menor capacidad de
diversidad, esto también ocurre inversamente.
Rojo y Salerno
Una
multiplicidad de técnicas (óleo, acrílico, serigrafía,
carboncillo) sirven de sustento al trabajo que, con el
nombre Cuerpo Presente, expone desde la semana pasada,
en la Pinacoteca, el artista nacido en Iquique, Benito
Rojo.
Con
esta muestra, que se integra al programa de actividades
de la Temporada Académica de Verano, la Pinacoteca abrió
su calendario de exposiciones de este año.
Dispuestos en diversos escenarios, construidos a partir
de colores enlazados a texturas, los cuerpos fragmentados
de Rojo, ponen de manifiesto la finitud de lo humano,
la precariedad de sus estructura, evocando una suerte
de soledad ontológica irremediable.
Con una semana de retraso, el martes se inauguraban en
la Casa del Arte las instalaciones del artista paraguayo,
Osvaldo Salerno. Fotocopias de estampados de sexos masculinos
y manos, impresiones serigráficas en sábanas, pañuelos
bordados con nombres, un andamio con pies cercenados,
moldeados esn yeso a escala natural; son parte de de esta
exposición denominada La Contingencia.
Guitarra
y bandoneón
Maravillando
al público asistente al Teatro Concepción, el bandoneonista
Juanjo Mosalini y el guitarrista Vicente Bögerholz ofrecieron
un concierto de tangos llamado Clásico y bandoneón. Con
un repertorio fuertemente influido por la voz musical
de Astor Piazzolla, pero que también incluyó obra de Sebastián
Piana, Guillermo Thomas, Juan Carlos Cobián y Joaquín
Mora, entre otros, ambos jóvenes músicos construyeron
un concierto sólido y atractivo para todas las edades.
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