|
|
Exposición del Museo Hualpén
En
su afán de proporcionar a los penquistas los mismos instantes
de placer que su residencia y los objetos que la llenan
le dieron a lo largo de su vida, el propietario del Fundo
Hualpén, Pedro del Río Zañartu, legó a la ciudad lo que
hoy es el Museo Hualpén.
Este
deseo se expresa en la octava cláusula de su testamento,
que señala su voluntad de ceder su casa para que “todo
lo que contiene, menajes, pinturas, colecciones de monedas,
continúe siempre proporcionando estos ratos de placer
a los visitantes y sean con el tiempo el paseo favorito
de la ciudad de Concepción”.
Motivando el interés de los penquistas por este legado,
el Museo trasladó, esta semana, parte de su muestra permanente
a la Pinacoteca (sala Cap), exhibiendo objetos –una selección
de platería mapuche- y fotografías del propio Zañartu;
de los salones de la residencia, de sus colecciones de
muñecas europeas, cerámicas y botellas de plata de la
India, entre otros, así como del entorno natural del Parque
de 552 hectáreas.
Alumnos
de Música celebran a su patrona
Recitales,
charlas y alegría se ha vivido en la celebración de la
semana Santa Cecilia, patrona de la música, por los estudiantes
del departamento de Música. El lunes, desde el Barrio
Universitario partió una murga que terminó con un recital
de música popular en el odeón de la Plaza, ante un público
pasajero que se detuvo a escuchar las distintas interpretaciones
de los grupos formados por estudiantes de esa unidad
.
El martes se realizó una charla sobre Improvisación al
Jazz y, por la tarde, un recital clásico. Para hoy está
programado un concierto con música popular que se efectuará
desde las 18 horas en el renovado foro universitario,
en el que participarán diversos conjuntos y solistas del
departamento de música.
Niños
Huilliches
El
huilliche, dialecto del mapudungun, es una lengua muy
interesante, actualmente casi desaparecida. En 1993, el
músico Gabriel Coddou creó el Coro de Niños Huilliches
de Molulco que el viernes pasado se presentó ante un auditorio
que repletó el hall de acceso de la Casa del Arte, ante
la mirada impasible del mural. Con delicadas voces que
el dialecto huilliche parecía suavizar aún más, los 16
niños y jóvenes interpretaron una veintena de temas del
Cancionero Jesuita Mapuche, música de las misiones jesuitas
de la Araucanía en el siglo XVIII. El coro fue acompañado
por instrumentos mapuches (que, en realidad, no existen
en Chiloé pero fueron incorporados en los arreglos de
Coddou) como trutruca, pifilka, kaskahuillas y bombo chilote,
además de un teclado y flauta dulce.
|
|
|