Jean
Paul Joublan, académico del departamento de Producción
Vegetal.
Proyectos
de investigación para el establecimiento de nuevos
cultivos en las regiones de la zona centro y sur
del país, se encuentra desarrollando la facultad
de Agronomía del Campus Chillán.
Jean
Paul Joublan, académico del departamento de Producción
Vegetal, explicó que la iniciativa comprende, fundamentalmente,
tres especies: olivo, cereza y nogal.
La
idea con los olivares es desarrollar sistemas superintensivos,
con cosechas rápidas y variedades adaptables, que
provienen del norte de España, de la región de Cataluña.
Según
explicó Joublan, en la provincia de Ñuble, en la
zona del secano, hay condiciones adecuadas para
el desarrollo de variedades importadas, que son
más resistibles a las bajas precipitaciones, además
de ser una zona donde las heladas son menos intensas.
La
ribera de los ríos Itata y Ñuble ofrece condiciones
ideales. Se trata de una zona que, en la década
del 50, fue olivícola, con áreas de producción que
alcanzaron reconocimiento nacional, como las comunas
de Quillón y Coelemu.
Es un hecho, que el mercado interno no está suficientemente
abastecido e incluso se comprueba una tendencia
al aumento del consumo. Además, el mercado externo
también es una posibilidad.
La
experiencia española, señaló Joublan, también confirma
que el olivo es un buen complemento de las viñas,
ya que es posible hacer coincidir la época de cosecha,
lo mismo que la maquinaria usada para las faenas
de ambos cultivos. La focalización de este cultivo
en el secano de Ñuble, el área agrícola más deprimida
de esa provincia, ha despertado el interés del gobierno
regional, que confirmó su interés en apoyar la reconversión
de los agricultores de esa zona.
La investigación, que se lleva a cabo en la estación
experimental del Campus, también incluye algunos
carozos, principalmente cerezas. Se trata de nuevas
variedades, que podrían constituir la base del mejoramiento
genético que requiere la producción regional, señala
Jean Paul Joublan. Sobre este rubro, señala que
hay que ser prudentes, para asegurar una proyección
del negocio a mediano y largo plazo.
La
idea es no competir con la zona central, sino desarrollar
variedades de buena calidad, resistentes a partiduras,
tardías y de menor calibre, similar a una ciruela
pequeña.
En el caso del nogal, la sede de la Universidad
de Concepción tiene uno de los mayores patrimonios
genéticos del país, en dos parcelas experimentales.
Hay catorce variedades, que han demostrado ser una
buena alternativa -complementaria- con cultivos
tradicionales de la octava, novena y décima regiones.
Esta investigación cuenta con el financiamiento
y apoyo técnico de Agromillora Catalana, uno de
los viveros más importantes de Europa.
El profesor Joublan estableció una serie de contactos
con entidades de investigación y empresas privadas,
que poseen el mejor material genético del mundo,
durante su estadía en Francia, en Agromontpellier,
donde hizo un magíster en Gestión Agroindustrial.
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