Residuos
forestales y fruticultura
Cultivos
como la frambuesa podrían ser afectados por los compuestos.
El
viernes 17 de agosto fue lanzado en la unidad académica
el proyecto Evaluación de la concentración y dispersión
de residuos fenólicos halogenados en la provincia de Bío
Bío y su impacto en la exportación de productos hortofrutícolas
emergentes.
El
estudio se centra en compuestos como el pentaclorofenol
y el tribomofenol, usados en la industria maderera como
productos antimancha, que resultan tóxicos y peligrosos
para el hombre. Los residuos producidos a partir del uso
de estos compuestos, como aserrín, aguas y suelos contaminados
por derrame pueden afectar la producción hortofrutícola.
Los
compuestos fenólicos halogenados pueden dispersarse a
través del aire o estar presentes en materiales de embalaje,
lo que les permite ser asimilados por especies vegetales,
que los incorporan a sus tejidos. Esto puede afectar su
calidad y su comercialización tanto en Chile como en los
mercados internacionales.
Al
presentar el proyecto, su director, Alex Berg, destacó
la importancia de hacer una aplicación adecuada de estos
productos vitales para la industria maderera y una buena
gestión de sus residuos, ya que las fuentes de contaminación
son habitualmente derrames, polvos de corte, cepillado
y lijado, lodos de baños antimancha, restos y aguas de
lavado de envases.
La
finalidad del proyecto es establecer la cantidad y distribución
de los residuos fenólicos halogenados presentes en la
provincia de Bío Bío, determinar si las plantaciones hortofrutícolas
se ven afectadas y proponer medidas técnicas para que
las industrias forestal y agrícola se puedan desarrollar
en forma paralela, sustentable y compatible entre si.
A
juicio de los ejecutores del proyecto, éste tendrá un
impacto positivo en la industria agrícola de la provincia,
ya que permitirá monitorear la situación actual, crear
capacidad científica y tecnológica, implementar medidas
de mitigación acordes a su propia realidad y reforzar
la confianza en los mercados internos y externos. Los
cultivos en estudio son frambuesa, arándanos y espárragos.
Asimismo,
la industria forestal puede verse beneficiada, ya que
una gestión más eficiente le permitirá reducir pérdidas,
proyectarse a largo plazo mediante la producción limpia,
acceder a mercados con altas exigencias ambientales y
mejorar su imagen pública.
El
proyecto, a cargo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico,
el centro Eula y la facultad de Farmacia, se inserta en
el Fondo de mejoramiento del patrimonio sanitario, del
servicio Agrícola y Ganadero. El director regional del
organismo, César Rodríguez, señaló que a través de este
fondo, se promueve la participación de agentes privados,
especialmente universidades, en proyectos orientados al
mejoramiento del nivel de sustentabilidad de los recursos
naturales y que este proyecto tendrá un efecto directo
sobre la calidad de la producción y la apertura de nuevos
mercados.
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