Conversar con Eusebio Ramos Herce es revivir el pasado del
movimiento estudiantil universitario de Concepción. También, es rememorar la hidalguía
y el cariño por su Alma Mater que se anidaba en cada alumno de un plantel de no más de
3.500 educandos al que concurrían provenientes de todo el país. Cada uno sentía el
aprecio que le brindaba la ciudad, afecto y estima que se devolvía con la jocundia, la
algarabía y las pilatunadas de una juventud que venía a Concepción a buscar un presente
y a construir un futuro. Era la década del 50.
Eusebio Ramos estudió Ingeniería Química. Se recibió en 1958. Fue un destacado
dirigente estudiantil y durante su vida siempre se ha distinguido por su hidalguía, su
corrección y su capacidad. Casado con María Angélica Casas Cordero, tres hijos,
Marisol, Gonzálo y Rodrigo, y 10 nietos, sobrelleva una enfermedad muscular, ataxia, que
lo atacó tempranamente, pero que no ha sido obstáculo para su desarrollo personal y
profesional.
- Usted fue presidente de la Federación de Estudiantes de Concepción, Fec, la
organización de alumnos universitarios más poderosa del sur de Chile en esos años.
Así es. Partí como secretario el Centro de Alumnos de Ingeniería, Luego fui
secretario de Ricardo Jara cuando fue presidente de la Fec. Luego, en el período
siguiente ocupó la presidencia Sergio Wilson, a quien sucedí. Todos fuimos dirigentes
del Movimiento Universitario Cristiano, Muc.
En esos tiempos el movimiento estudiantil estaba cruzado por los lineamientos
doctrinarios, que no solamente se daban en el país, sino que también obedecían a los
grandes ejes de un mundo polarizado. Entre las doctrinas hegemónicas del capitalismo y el
marxismo, se alzaba un movimiento mundial inspirado en las doctrinas sociales de la
Iglesia católica que buscaba una tercera vía. También, un partido de raigambre
nacional, el partido Radical, que había cumplido tres períodos en el gobierno de la
nación. Esta estructura se daba también en la Fec.
- Al parecer, el liderazgo ha sido es nato en usted.
En realidad, no podría explicarlo, pero desde el colegio ya empecé a ocupar puestos y
tener ciertos cargos por decisión de mis compañeros. Hice mis estudios en Los Padres
Franceses. Fui director de la revista del colegio, delegado de curso, y pareció natural
que en Ingeniería también lo fuera y, más adelante, de la Fec. Fui delegado ante el H.
Consejo y H. Directorio, como se los llamaba a esos cuerpos colegiados y, finalmente,
presidente del organismo estudiantil.
También puedo decirlo, fui el primer presidente de la Fec que salió al extranjero
invitado por una entidad internacional a un Congreso Mundial de Estudiantes, que se
realizó en Nigeria organizado por la Secretaría Coordinadora de Estudiantes, entidad
opuesta a la Unión Internacional de Estudiantes, que era de carácter marxista.
Recordemos que estábamos en plena guerra fría.
¿Cuáles eran los intereses estudiantiles de aquellos años?
Esta pregunta me hace recordar a don David Stitchkin, que fue un gran rector y muy
franco con nosotros. El siempre nos decía que nosotros los dirigentes estabamos para
ayudar a los estudiantes y a la Universidad en sus aspiraciones y necesidades de tipo
académico y que las huelgas no llevarían a nada. Es por eso que las tres presidencias de
nuestro movimiento fueron más bien gremiales que políticas.
Hicimos mucho por la cultura. Tuvimos la oportunidad de colaborar activamente como
movimiento estudiantil con la extensión universitaria que le imprimió don David.
Festivales de teatro, encuentros de escritores, escuelas internacionales.
¿Cómo ha sido su vida profesional?