Con la calificación de sobresaliente del alumno Cristian Pérez quien
rindió su examen de grado con la tesis Métodos de ondelettes para ecuaciones
integrales de frontera y el acoplamiento con el método de elementos finitos, el
programa de doctorado en Ciencias Aplicadas con mención en Ingeniería Matemática cerró
su primer ciclo (iniciado en 1995-1996), graduando al último alumno de la primera
generación.
El director del doctorado, Rodolfo Araya, destaca además el que este programa recibió
su segunda acreditación por cuatro años. "Este es un diplomado único en su clase,
no existe otro en el país que tenga un carácter similar. El programa está orientado a
licenciados en ciencias, ingenieros matemáticos, ingenieros civiles y físicos, pues se
necesita una base matemática y una orientación a las aplicaciones matemáticas".
Araya explica que la mayoría de los interesados y de las solicitudes de información
que reciben vienen del extranjero, y los alumnos aceptados provienen de Bolivia, Perú y
Cuba.
Para Cristian Pérez, ingeniero civil y el último de los tres alumnos de la primera
generación de doctorados en obtener su grado, este programa "significó un
cumplimiento vocacional" ya que siempre tuvo un interés marcado por las
matemáticas.
"Las posibilidades que tengo ahora son de trabajar en la investigación en
matemáticas. Aunque, por el momento me aconsejan realizar un posdoctorado fuera y
después dedicarme a la investigación", dice Pérez.
Araya señala que los egresados de este programa están capacitados para aplicar sus
conocimientos en las industrias. "De a poco las empresas deben ir cambiando y
entendiendo que necesitan invertir en esas áreas con personal calificado. Se trata de
realizar una apuesta a futuro hacia dónde dirigirse, ya que en Chile el 99% de la
investigación se realiza en las universidades".