El hantavirus, una
enfermedad rarísima, según los expertos, ha mantenido alertada a la población chilena
desde 1993 a la fecha, y aunque ya está siendo controlada, el ministerio de Salud
continúa con la campaña de prevención.
El síndrome pulmonar por hantavirus es una enfermedad infecciosa aguda, habitualmente
grave, que puede ser mortal.
Se caracteriza por fiebre alta en una persona previamente sana; escalofríos, dolor de
cabeza, dolores osteomusculares y síntomas gastrointestinales, como naúseas, vómitos y
dolor abdominal. La fiebre, superior a 38.3°C se acompaña por dificultad respiratoria
sin una causa conocida, que obliga a oxigenación suplementaria dentro de las primeras 72
horas de hospitalización.
Estudios realizados en Coyhaique demostraron que en
esa zona existen diversas especies de ratones silvestres que portan el virus, predominando
el Oligoryzomys longicadautos, más conocido como el ratón colilargo, cuyo
hábitat se extiende desde el extremo sur del desierto de Atacama hasta el extremo austral
de la XI región.
Este roedor vive en terrenos cuya superficie está cubierta por lo menos en un 70% por
malezas, arbustos y a una distancia no mayor de 20 metros de cursos o fuentes de agua.
Otras especies infectadas además del colilargo son el Akodom olivaceous y el Abrothrix
longipilis.
A pesar de que se han detectado roedores infectados en otras regiones, los casos de
enfermedad se han presentado desde la VI hasta la XI región, afectando principalmente a
las regiones de Aysén, Araucanía y Los Lagos.
Respeto a la naturaleza
Aun cuando las probabilidades de contraer la enfermedad son bajísimas, su alta
letalidad tiende a alarmar a la población, manifestó la epidemióloga del servicio de
Salud Concepción y docente de nuestra Universidad, Marta Wörner.
¿Cómo
se transmite la enfermedad al ser humano?La enfermedad se
transmite por:
· Respirar pequeñas gotas frescas o secas, o aire contaminado por
saliva, orina o excrementos de un ratón infectado.
· Ingerir alimentos o agua contaminados por orina, heces o saliva
de estos roedores.
· Tener contacto directo con excrementos o secreciones de ratones
infectados (por ejemplo, tocar ratones vivos o muertos con las manos descubiertas;
contacto directo de heridas con ratones o su orina, saliva o heces).
· Tocar cualquier objeto donde haya sido depositado el virus
(herramientas, utensilios, muebles, ropa) y luego acercar la mano a la nariz, ojos o boca.
· Ser mordido por un ratón infectado. |
La experta explicó que en los estudios realizados, la prevalencia de ratones
infectados no ha superado el 5%. Eso significa, que de 100 colilargos encontrados, sólo 5
tiene el virus, lo que confirma su bajo riesgo de contagio.
Aun así, enfatizó, es necesario conocer cómo se transmite la enfermedad al ser
humano.
El ratón infectado elimina el virus a través de la orina, las heces y la saliva, y
éste se transmite al ser humano fundamentalmente a través de la vía respiratoria.
Por ello, explicó, la prevención al virus pasa por mantener el entorno aseado y
limpio, evitando así la presencia de roedores, principalmente en aquellos lugares
boscosos, su hábitat más común. Y el campus universitario está rodeado de árboles,
arbustos, plantas, malezas y roedores. "Lo más importante que deben recordar los
universitarios es que si van a invadir un hábitat silvestre, como los que hay cercanos a
la Universidad, deben ser respetuosos con él", indicó la epidemióloga. "En lo
posible, caminar por senderos prehechos y evitar hacer paseos en lugares donde no llegue
la luz solar". No dejar desperdicios es la principal conducta de respeto hacia el
medio ambiente, que además evitará que los roedores se acerquen a los sitios por los que
circulan los seres humanos.
En las casas, cabañas y bodegas que se encuentren en zonas donde hay roedores y hayan
permanecido cerradas durante largo tiempo, se debe rociar el ambiente con una solución de
agua con cloro o detergente y ventilar por lo menos 30 minutos.
Si una persona encuentra roedores muertos, explicó Wörner, antes de tomarlos, debe
protegerse las manos con guantes de goma o bolsas plásticas, rociarlos con una solución
de agua con cloro, colocarlos en una bolsa plástica doble y botarla en el tarro de la
basura. Cubrirse la nariz o la boca con una mascarilla o un pañuelo no protege de
contraer el virus, enfatizó, por lo tanto, "si una persona va estar en contacto con
el roedor, sus heces o su orina, simplemente no respire por algunos segundos: será mucho
más eficaz".
El hantavirus no resiste la luz solar, los detergentes ni desinfectantes como el cloro,
destacó la epidemióloga. Por lo tanto, es posible controlarlo manteniendo nuestros
entornos limpios y libres de desechos.
Esta enfermedad se mantendrá en nuestro país en forma de endemia, y aunque hasta la
fecha, los casos se han distribuido desde la V hasta la XI región. El reservorio del
virus habita desde la tercera hasta la undécima regiones, por lo que pudieran aparecer
casos en todas ellas. El ministerio de Salud realizó un llamado a toda la población a
adoptar las medidas de prevención para evitar el contacto con roedores.