Con su tradicional tono narrativo, ahora investido por el honor de este
reconocimiento, Andrés Gallardo fue incorporado como académico correspondiente de la
Academia Chilena de la Lengua con un discurso en el que se propuso explicitar algunas
reflexiones acerca del sentido y la función de una institución como la que lo recibió.
Bajo el título de Lingüistas, literatos, académicos, el docente del
departamento de Español y escritor dividió su intervención en cuatro puntos,
agradeciendo la incorporación, refiriéndose a la relación entre la Academia, la lengua
y los hablantes; la Academia y la literatura, y la Lingüística en el poema, evidenciando
con ello su propia triple relación con la lengua como docente, escritor y lingüista.
"Lingüistas y literatos han constituido la fuente principal de las filas de las
academias de la lengua; lingüistas y literatos son carne preferente de académicos. Los
académicos, constituidos en cultores y guías de las formas más validadas del uso
idiomático, hallan en la poesía no necesariamente una norma lingüística ejemplar de
vigencia general, pero sí una búsqueda ejemplar de los límites de la capacidad
expresiva de la lengua, y por ende, un desafío a su criterio de profesionales del
lenguaje. Quizás sea sano, entonces, concluir, por ahora, que lingüistas, académicos y
literatos han de inclinarse con cierta sana reverencia ante la poesía y tomar en serio a
los poetas".
En la ceremonia, Gallardo fue saludado por el decano de su facultad, Eduardo Núñez, y
recibido por la integrante de esa institución, Adriana Valdés. Con motivo de la
incorporación del nuevo miembro, la Academia de la Lengua sesionó en Concepción con la
asistencia de sus integrantes, Alfredo Matus, Gilberto Sánchez y la misma Adriana
Valdés.