El educador diferencial, Arturo Pinto se convirtió, el miércoles, en el primer
graduado del doctorado en Educación, al aprobar, de acuerdo a las normas internacionales,
la defensa de su tesis Tratamiento de las dislexias de diferentes niveles
socioeconómicos fundado en un programa fonémico verbal. Seguimiento.
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El doctorado Iniciado
en 1997, el doctorado en Educación (que se dicta en colaboración con el departamento de
Educación de la Universidad de Estocolmo) tiene por objetivo desarrollar las capacidades
científicas y de investigación en el ámbito educacional.
Dirigido por el doctor Abelardo Castro, en la actualidad el programa tiene 25 alumnos.
Para el decano de Educación, Jorge Alegría, el hecho de contar con un primer graduado
constituye un nuevo hito en la historia de la unidad académica que dijo- está a la
vanguardia de las facultades de educación del país al concentrar todos los niveles de
formación.
A su juicio, el doctorado contribuye a reforzar el conocimiento y la investigación en
el área lo que, en su opinión, tiene gran valor para la comprensión y solución de los
problemas educacionales. |
En el auditorio Salvador Gálvez, Pinto se enfrentó a la comisión integrada por
Birgitta Qvarsell, de la Universidad de Estocolmo, Robert Shaw de la Universidad de Brown,
y la directora de Docencia, María Inés Solar.
En su tesis -patrocinada por los académicos de la facultad de Educación, Abelardo
Castro y Teresa Segure- Pinto plantea que el imperativo de mejorar la calidad de los
procesos de enseñanza aprendizaje del sistema educacional cobra mayor fuerza dentro del
subsistema de educación especial y diferencial, donde advierte la necesidad de replantear
los fundamentos de la sicopedagogía para la reeducación de las dislexias (dificultades
lectoras severas) y de revisar los procedimientos para su diagnóstico y tratamiento en el
contexto de la realidad escolar (considerando la heterogeneidad de niveles socioculturales
y económicos, códigos lectores particulares, fracasos en el aprendizaje lecto-escrito).
La tesis analiza aspectos conceptuales y dificultades lectoras, especificidades de los
trastornos de la lectura y tratamientos; para luego explicar los resultados de una
investigación con niños de la capital, de nivel socieconómico bajo (Cerro Navia,
Pudahuel, Lo Prado y San Felipe) y medio alto (sector oriente).
En la investigación se aplicó, entre abril y noviembre, un programa de tratamiento de
niños disléxicos, determinado por factores fonémicos y verbales (basado en la teoría
verbal de las dislexias) que Pinto propone como alternativa a los programas de fundamento
perceptivo, sicomotriz y funcional básico (que son otras ópticas para interpretar la
presencia de dificultades lectoras).