Estimadas Universitarias:

Con ocasión de la celebración del Día Internacional de la Mujer, me es muy grato dirigirme a académicas, funcionarias y alumnas de nuestra Universidad para expresarles un afectuoso saludo y felicitarlas en esta fecha de tan significativa.

La Universidad de Concepción desde sus inicios en 1919 abrió sus puertas a las mujeres penquistas ampliando el horizonte de sus posibilidades educacionales, pues hasta esa fecha debían traslarse a Santiago para continuar su enseñanza superior.

En esa época, la sociedad chilena aún no estaba preparada para enfrentar los cambios sociales que significaban la incorpración de la mujer al campo lanoral, y es así como su actuar se vio seriamente limitado durante gran parte del siglo XX.

Las pocas mujeres que en ese entonces ingresaban como profesionales a una actividad laboral, sintieron el efecto de la discriminación en sus remuneraciones y posibilidades de ascensos jerárquicos en relación a sus pares masculinos. A esto se sumaba la limitación de participar en la vida política de la Nación, lo que sólo se logra en plenitud en la década del 50.

Con el inicio de las clases en las cuatro carreras que abre la Universidad , se incorporan las primeras alumnas, las que en la década del 20, comienzan a ejercer como profesionales egresadas de esta casa de estudios.

En este escenario claramente desfavorable para el pleno desarrollo de la mujer, en forma pionera en la década del 40 es elegida la primera mujer decano en nuestra Universidad, siendo la primera en toda América Latina en alcanzar tan alta jerarquía. La profesora Corina Vargas era además egresada de esta Universidad.

Hoy ustedes participan y aportan en forma muy destacada en todas las áreas del saber y de la administración de nuestra institución. Vuestro aporte es hoy día clara e indiscutiblemente valorado Queda aún camino por recorrer y barreras que salvar, sin embargo, con un esfuerzo conjunto avanzaremos en la dirección correcta.