El sector forestal en la economía chilena se ha convertido desde hace ya un buen tiempo en uno de los puntales del desarrollo del país. El año que termina cerró con una notable recuperación con un incremento del 15 al 20 % en las exportaciones, casi a 2.000 millones de dólares, y recuperó el empleo de casi 10.000 puestos de trabajo de un universo cercano a las 130.000 personas que ocupan las faenas del rubro.

En este campo productivo y laboral, el laboratorio de Ergonomía, dependiente de la facultad de Ciencias Biológicas, que dirige el doctor Elías Apud, junto a un equipo de investigadores realizó un estudio sobre "Desarrollo y transferencias de tecnologías ergonómicamente adaptadas para el aumento de la productividad del trabajo forestal", trabajo que dio lugar a la publicación del libro "Manual de Ergonomía Forestal".Todo en el marco de un proyecto Fondef, Universidad de Concepción y Fundación Chile y varias empresas forestales.

Las faenas forestales son una de la más duras de los procesos de producción que junto a las extractivas acumulan una notable cantidad de desgaste humano, accidentes y, a menudo, baja productividad, por ende, bajos salarios. En este caso, la investigación llevada adelante por el grupo dirigido por el doctor Apud apunta precisamente a un acucioso estudio de todas las variables que están en juego durante el trabajo forestal, centrando la atención en la persona del trabajador.

"La calidad y la productividad en el sector forestal, expone Apud, sólo puede lograrse en la medida en que la respuesta de los seres humanos involucrados en los sistemas de trabajo sea compatible con sus capacidades y limitaciones, ya que resulta muy difícil ejecutar labores en forma segura y eficiente con personas fatigadas física y mentalmente, por exceso de trabajo o porque la organización y requerimientos de ésta no les satisfacen plenamente".

El estudio evaluó el rendimiento considerando el potencial de la tecnología disponible y se centró en tecnologías intermedias, es decir, aquellas que emplean maquinarias, pero requieren la participación de trabajadores para que puedan rendir adecuadamente.

-¿Por qué se priorizó el sector forestal?

Desde un punto de vista ergonómico, responde Elías Apud, ofrecía dos importantes desafíos. Por una parte se requería mejorar los métodos tradicionales de trabajo manual y, por otra, siendo tecnológicamente dependientes, crear conciencia para introducir tecnologías apropiadas, vale decir, aquellas que conduciendo a un aumento de la productividad presentaran el menor riesgo para la seguridad, salud y bienestar de los trabajadores. En tal sentido, la Ergonomía considera que para optimizar la productividad y el bienestar social, desde los sistemas de trabajo más simples hasta aquellos que utilizan tecnologías complejas, deben planificarse incorporando conocimientos de las necesidades, capacidades y limitaciones humanas en su diseño y organización.

-En este sentido, ¿cuáles son los factores más importantes que se deben tener en cuenta?

-Para mejorar la productividad y la seguridad en cualquier actividad forestal, deben integrarse los siguientes factores: trabajadores (aptitudes físicas y sicológicas); tecnologías (herramientas, máquinas y organización); trabajo (características del bosque, clima y terreno carga física y sicológica). Aún basados en este esquema, existen ciertos prerrequisitos que cumplir antes de obtener resultados exitosos, como son: Generación de condiciones de vida adecuadas para los trabajadores que permanecen en campamentos; capacitación en aspectos técnicos y de seguridad; alimentación compatible con las demandas energéticas del trabajo; y, obligatoriedad en el uso de elementos de protección.

-¿El análisis de todos estos factores estuvieron presentes en el estudio?

-Efectivamente. Cada uno de ellos conlleva una serie de observaciones que inciden en la productividad, en la salud y en la satisfacción en el trabajo. Podría mencionar, en primer lugar, la carga física y aptitudes para el trabajo forestal; enseguida, la carga mental, el estrés laboral; luego, los agentes físicos que están presentes en cada faena, como son el calor, el frío, el ruido y la vibraciones a los que está sometido el trabajador. No son menos importantes otros, como los lugares de residencia temporal como son los campamentos, el tipo de alimentación y, naturalmente, el vestuario y elementos de protección personal.

El laboratorio de Ergonomía cuenta con una sofisticada tecnología para averiguar el desgaste que tiene el trabajador mientras realiza su trabajo, de manera que es muy importante averiguar cómo éste enfrenta y desarrolla sus laborales. Todos los factores son importantes. Uno de ellos es el trabajo dinámico pesado. Este concepto comprende las interrelaciones entre la carga física que impone una actividad y la aptitud que tiene los trabajadores para enfrentarla. El gasto energético está basado en los requerimientos de energía para desarrollarlo se expresa en kilocalorías. Ahora bien, el metabolismo energético depende de la utilización del oxígeno. El aumento del consumo de oxigeno está estrechamente vinculado con el incremento del pulso arterial.

-El trabajo en el bosque es pesado y prolongado, ¿en qué factores puede haber intervención?

-Primero, en la dosificación de las pausas en el trabajo. Tienen una importancia fundamental Para reducir la carga física y aumentar el rendimiento. Por lo general, cuando en una faena los trabajadores realizan sus actividades en forma continuada, se producen tendencias observables. Comienzan la primera hora con un alto rendimiento y una carga cardiovascular relativamente alta. Sin embargo, según avanza la jornada, hay una tendencia a la disminución del rendimiento y una baja moderada de la carga cardiovascular. A partir de la tercera hora, en tanto, el rendimiento continúa bajando, pero la carga sobre el sistema cardiovascular aumenta significativamente. Esto último, por lo general, es consecuencia de la fatiga acumulada por la falta de descanso.

-En ese sentido, las tareas manuales deberían ser erradicadas del bosque y ejecutarlas con maquinaria.

Uno de los temores al incorporar máquinas en las labores es provocar un mayor desempleo. Pero en el caso del trabajo forestal, no siempre es así. Uno de los estudios efectuados en el marco del proyecto, en el que se reemplazó el trabajo de tres arrumadores por un trineumático, demostró que al mecanizar esta tarea aumentaba el empleo, por la necesidad de incorporar un mayor número de personas a la faena para una utilización eficiente de la máquina. Esto significó aumentar de 7 a 12 trabajadores.

-Sin embargo, no siempre las máquinas están concebidas adecuadamente para las características humanas.

En efecto. Durante la ejecución de los estudios se evaluó ergonómicamente herramientas manuales y maquinarias de uso forestal. El propósito fue seleccionar las que mejor se adaptaran al trabajo y a los trabajadores. En los casos en que se demostró que las herramientas manuales o maquinarias tenían diseños inadecuados para las características anatómicas y capacidad de respuesta fisiológica de los trabajadores chilenos, se propusieron modificaciones o nuevas alternativas adaptadas a la población usuaria.