QUÍMICA FORENSE Y AMBIENTAL
Con el desafío de hacer
confluir en una sola gran
columna distintas áreas de
estudio, el proyecto Anillo
da como resultado una
asociación sinérgica dirigida
al desarrollo de nuevos
materiales en la química
ambiental y forense.
En 2009 la Policía de Investigaciones
de Chile, PDI, firmó con nuestra
casa de estudios un protocolo
general de colaboración, cooperación
académica e intercambio de
profesionales. El acuerdo, suscrito
en esa ocasión por el director
general de la PDI Marcos Vásquez
Meza y el rector Sergio Lavanchy,
tiene por objeto estrechar relaciones,
aunar esfuerzos y establecer
normas amplias de actuación que
encaucen e incrementen, dentro
de un marco preestablecido, contactos
y colaboración en campos
de interés mutuo.
Entre las acciones concretas resultado
de este acuerdo se encuentra
la participación de la institución
policial en el proyecto Anillo Materiales
poliméricos aplicados a la
química ambiental y forense, que desarrolla la facultad de Ciencias
Químicas.
Con el desafío de hacer confluir
en una sola gran columna distintas áreas del estudio como la química
orgánica, analítica, de polímeros,
ambiental y físico-química, la propuesta
permitirá la convergencia
de la química orgánica, analítica,
de polímeros, ambiental y el tratamiento
de aguas residuales, resultando
una asociación sinérgica
dirigida al desarrollo de nuevos
materiales en la química ambiental
y forense.
APROXIMACIÓN
MULTIDISCIPLINARIA
El equipo de investigación que trabaja
en esta incitativa está compuesto
por Bernabé Rivas, director
del proyecto y vicerrector de
Investigación y Desarrollo, y los
investigadores de la facultad de
Ciencias Químicas, Héctor Mansilla y Eduardo Pereira, como subdirectores;
este último es responsable
del área de química analítica y forense,
mientras Mansilla es el encargado
de la descontaminación de
aguas mediante reacciones catalíticas conducidas por luz solar.
Los investigadores asociados, pertenecen
a diferentes áreas de la
química y la ingeniería química, y
contribuirán desde diferentes enfoques
en la resolución de los temas
de investigación que puedan surgir
durante la ejecución del proyecto.
Se trata de David Contreras, Jorge
Yáñez, Amalia Pooley y Néstor Escalona,
de la facultad de Ciencias
Químicas, además de Claudio Zaror,
de la facultad de Ingeniería, y
Pedro Sáez del Laboratorio de Criminalística
Central de la Policía de
Investigaciones de Chile, PDI.
El grupo científico externo que
apoya la investigación está formado
por nueve científicos ampliamente
reconocidos, provenientes
de prestigiosos laboratorios de Europa,
Asia, USA y Sur América. Ellos
reforzarán la propuesta aceptando
estudiantes visitantes en sus laboratorios
y viniendo a nuestra universidad
para dar conferencias y
cursos cortos.
Rivas explica que, después de la
ejecución de la propuesta, se espera
que esta aproximación multidisciplinaria
permita proponer
soluciones reales en temas ambientales
y analíticos, crear nuevos
polímeros funcionales y sugerir
nuevas áreas de investigación partiendo
de la cooperación de diferentes
grupos complementarios.
La propuesta permitirá la
convergencia de la química
orgánica, analítica, de
polímeros, ambiental y el
tratamiento de aguas residuales. |
TRABAJO FORENSE
En el área de la Química Analítica
y Forense, los objetivos esperados
son el desarrollo de materiales
con capacidad de reconocimiento
molecular basados en la síntesis
de polímeros impresos molecularmente,
comúnmente denominados
MIPs.
“Esta técnica de Impresión molecular,
explica Pereira, otorga a estos
materiales la capacidad de reconocimiento
molecular, lo que los hace
muy atractivos para ser aplicados
en la preconcentración y separación
de compuestos orgánicos relacionados
con el medio ambiente y
la química forense. En particular,
estamos trabajando con moléculas
que están presente en los residuos
orgánicos de disparo, acelerantes
de incendio y algunos contaminantes
de tipo orgánico como los productos
de cuidado personal (PCPs),
disruptores endocrinos (ECDs) y antibióticos,
entre otros”.
Hasta ahora, agrega, se ha preparado
una serie de MIPs con interesantes
propiedades de remoción y
preconcentración para moléculas
presentes en residuos de disparo,
tales como difenilamina, resorcinol,
etilcentralita entre otras.“Tanto en el diseño de estas síntesis
como en la interpretación de los
resultados, hemos trabajado con
programas quimiométricos. Aquí
participa fundamentalmente el
doctor David Contreras, investigador
asociado de nuestro proyecto.
Esto nos ha permitido identificar
cuáles son las variables que más
influyen en las propiedades que
deseamos darle a estos materiales,
tales como capacidad de retención
y selectividad”.
Actualmente el equipo está trabajando
en la síntesis de MIPs con
propiedades de retención de antibióticos,
proyectando utilizarlos
tanto para preconcentraciones con
fines analíticos como ambientales.
También se ha desarrollado una
serie de trabajos relacionados con
la detección e identificación de residuos
de disparo y de acelerantes
de incendio, y se están llevando
a cabo trabajos para determinar tiempo y distancias a las cuales se
realiza un disparo en una situación
dada.
“Parte de estos resultados han
sido presentados en reuniones y
congresos de la especialidad, en
particular en las XXIX Jornadas de
Química realizadas recientemente.
En la ocasión, la estudiante de
Químico Analista Fanny Leyton, expuso
el trabajo Implementación de
un perfil químico de residuos orgánicos
de disparo (OGSR), en orificios
de entrada y salida de bala en
tela mediante espectroscopia NIR y
SPME-GC/MS, el que fue premiado
como el mejor póster presentado
en el área de Química Analítica y
Ambiental.
DESTRUCCIÓN DE
CONTAMINANTES
En tanto, la línea de investigación
Descontaminación de Aguas mediante
Reacciones Analíticas conducidas
por Luz Solar, se centra en
la destrucción de contaminantes
refractarios a la biodegradación
y utiliza catalizadores y luz solar.
Para ello, explica Mansilla, se busca
optimizar las condiciones de reacción
para lograr la destrucción
de los contaminantes en el menor
tiempo y al menor costo posible.
El equipo ha focalizado su interés,
primero, en aguas contaminadas
con residuos de antibióticos muy
utilizados en salmonicultura y otras
actividades médicas y veterinarias. “Los resultados han sido muy interesantes,
ya que empleando materiales
catalizadores heterogéneos
de bajo costo (como dióxido de
titanio y óxido de zinc) y luz solar,
se logra su completa remoción en
25-30 minutos. Adicionalmente, y
empleando catalizadores homogéneos
(hierro y peróxido de hidrógeno)
y luz solar, los tiempos se
reducen a 5-10 min. Ha sido vital
en esta parte la participación de
la doctora María Angélica Mundaca
en los análisis microbiológicos para
monitorear la actividad antibiótica
de los residuos”.
En una segunda línea de trabajo, y
utilizando la catálisis heterogénea
con luz solar, Mansilla señala que
ha sido posible remover en pocos
minutos compuestos orgánicos de
mercurio y arsénico, contándose
en este trabajo con el soporte analítico
del doctor Jorge Yáñez.
ÁREA DE DESARROLLO
Pereira explica que la vinculación
con una institución como la PDI ha
sido muy positiva, “esencialmente
porque nos ha permitido orientar
el trabajo hacia las verdaderas necesidades
del mundo forense actual,
así como también ha sido de
gran ayuda a la hora de plantear el
diseño experimental y la obtención
de muestras reales”.
El investigador destaca que en este
trabajo se ha contado con mucho
apoyo institucional de la PDI, siendo
fundamental el trabajo realizado
por el Dr. Pedro Sáez, funcionario
del laboratorio de Criminalística
Central, quien forma parte del proyecto
como investigador asociado.
A su juicio, esta iniciativa presenta
muchas y múltiples proyecciones. “La PDI nos ha traspasado información
de una serie de necesidades
analíticas, metodológicas y de desarrollo
que nos permiten proyectar
nuestro trabajo mucho más allá
de la finalización de este proyecto.
Creo que esta área se puede desarrollar
con mayor profundidad
y generar un polo aquí en nuestra
Universidad que sería único en el
país”, dice y agrega que ese conocimiento
puede ser formalmente
traspasado a los estudiantes de
un serie de carreras afines, lo que
diversificaría y fortalecería su formación
tanto de pre como de posgrado.
“En el ámbito netamente científico
nuestra proyección es generar materiales
diseñados especialmente
para la recolección de evidencias
en el Sitio del suceso. Aquí queremos
Innovar a fin de pasar de la
recolección de evidencia física a la
recolección de evidencia molecular
esto es, tener materiales que en
contacto con una superficie, tela,
ropa o piel, sean capaces de reconocer las moléculas que nos interesan,
captarlas y retenerlas en su
interior para su posterior análisis
en el laboratorio”.
Por otra parte, desde el punto de
vista ambiental Mansilla señala que
es indispensable contar con tecnologías
que permitan “eliminar o
inertizar contaminantes peligrosos,
que no responden a los tratamientos convencionales o se requieren
de tecnologías de alto costo”.
En otro ámbito, “la formación de
recursos humanos ocupa un lugar
de privilegio en nuestro quehacer;
actualmente se están desarrollando
tesis de doctorado, de licenciatura
en Química, y de Bioquímica y Químico
Analista, abordando diversos
aspectos de esta investigación”.
INTERCAMBIO CON LA PDI
En el contexto del proyecto Anillo, a mediados de agosto se realizó en la
Universidad un workshop para presentar y discutir los logros científicotecnológicos
logrados, con la activa participación de investigadores,
tesistas de pre y de postgrado, investigadores invitados del Centro
EULA y de la facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, personal de
los laboratorios de criminalística de la PDI y dos invitados extranjeros,
Nalan Kabay de la Universidad de Ege, Turquía, y Marek Bryjak, de la
Universidad Tecnológica de Wraclaw, Polonia, ambos investigadores
asociados del proyecto Anillo.
En la ocasión Pedro Sáez, del Laboratorio de Criminalística Central de
la PDI, señaló que, gracias al convenio marco firmado en 2009, “para
nosotros son importantes encuentros de este tipo porque nos ayuda a
la aplicación directa de algunas técnicas analíticas en el área forense,
actualizando nuestro conocimiento”.
En el workshop participaron funcionarios del laboratorio de Criminalística
del regional Concepción de la PDI, sección Química y física forense, y
de los laboratorios de Microanálisis y de Química y física forense, de la
oficina central en Santiago.
Como desafío a futuro Sáez declaró la intención de trabajar las
aplicaciones en el área de la entomología forense, con colaboraciones,
del punto de vista académico, en química forense. “Se piensa explotar,
también, lo relativo al ADN, aspecto importante hoy para la reforma
procesal penal. Este trabajo conjunto con la Universidad de Concepción
nos posiciona, del punto de vista académico, en el mismo ámbito que
las policías extranjeras que trabajan con casas de estudios superiores,
realizando investigación, desarrollando innovación tecnológica y
publicando sus resultados”.
Por otra parte en el contexto del proyecto Pereira ha sido invitado a
visitar el Laboratorio de Criminalística de la PDI, a exponer parte del
trabajo que se ha estado realizando.“Todo esto ha permitido desarrollar un trabajo multidisciplinario en
el que no sólo participan químicos, sino también personas expertas en
balística, microscopía electrónica, pinturas, etc”, dice. |
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