Investigación de avanzada para comprender nuestra geología
La ubicación en un margen
continental activo, en el que
convergen las placas de Nazca
y Antártica con la
Sudamericana, explican la
gran diversidad de fenómenos
geológicos que ocurren en
nuestro país.
La formación de Los Andes, la
sismicidad, el volcanismo, la
formación de yacimientos minerales,
el clima y el desarrollo de
asentamientos humanos son
producto de esta situación
particular.
La complejidad de nuestra geología
demanda de investigación de
avanzada para entender la dinámica
de sus procesos y sus efectos sobre
materias productivas, ambientales
y de desarrollo.
La puesta en marcha del doctorado
en Ciencias Geológicas en nuestra
casa de estudios constituye un
aporte en este sentido.
El director del Programa, el doctor
Alfonso Encinas, señala que cada
vez se hace más evidente la estrecha
relación entre nuestro territorio y
su actividad geológica. “Nuestra
economía depende de recursos
naturales que ella nos regala;
además la población vive una
constante exposición a los peligros
naturales asociados a la intensa acción de las fuerzas tectónicas que
derivan en terremotos, aluviones y erupciones volcánicas. La comprensión
cabal de estos fenómenos se hace, entonces, imprescindible para el
desarrollo sustentable del país”, afirma.
De ahí surgen las 3 líneas de investigación que, en primer término, se
verán reforzadas a partir de la formación de profesionales altamente
especializados: la geodinámica andina, la geología económica y la geología
ambiental.
GEODINÁMICA ANDINA
La geodinámica es una disciplina de las Ciencias de la Tierra que pretende
comprender la relación entre las fuerzas internas de la Tierra y los
movimientos que ellas generan en la superficie del planeta.
Aplicado al contexto del margen convergente de placas al oeste de
Sudamérica, la Geodinámica Andina apunta a comprender los procesos
que en diversas escalas de tiempo y espacio han dado forma a la Cordillera
de Los Andes. Esta área de investigación se nutre de la geología, que
contribuye a analizar estas cadenas montañosas en una perspectiva
evolutiva, y la geofísica, que aporta antecedentes sobre su estructura
interna.
Considerando que nuestro país se asienta en una zona de subducción, un
tema de interés es la tectónica de placas que, como explica el doctor
Andrés Tassara, es una manifestación de esos procesos internos asociados
a la formación de la cordillera según describe la geodinámica. Y esto
conduce a la sismogénesis, que define un campo de aplicación de esta línea investigativa: la comprensión de los fenómenos que generan terremotos
y su relación con procesos de más largo plazo que culminan con la
construcción de la cordillera.
Al conocer la estructura de la Cordillera y su dinámica (como los
desplazamientos verticales de masas) es posible identificar zonas de mayor
esfuerzo, donde es más probable la ocurrencia de un terremoto.
Esto –a juicio del Dr. Tassara- puede servir de base a las pesquisas relativas
a riesgos naturales, tema que también es abordado por el programa.
Un aporte en esta vía es el modelo tridimensional de la estructura de Los
Andes desarrollado por el investigador en su tesis doctoral sobre la base
de datos geofísicos y que ahora será ajustado con información geológica
y geofísica adicional. Este tipo de modelos permitiría elaborar mapas de
distribución espacial de parámetros que se asocian a la generación de
sismos o terremotos y, con ello, realizar predicciones de largo plazo de
estos movimientos.
Para Andrés Tassara hoy los desafíos para la investigación geodinámica
son, por un lado, la utilización del creciente volumen de datos geológicos
y geofísicos a escala global que existe en la actualidad y, por otro, la
modelación numérica de procesos geodinámios a varias escalas temporales
y espaciales. “Queremos que el doctorado tenga un sello cuantitativo. No
sólo queremos entender los procesos geológicos desde una visión
fenomenológica y cualitativa como clásicamente han sido entendidos en
la comunidad geológica chilena, sino también en el contexto de las leyes
y principios físicos que los rigen y que permiten su cuantificación y
modelamiento numérico”, señala.[subir]
GEOLOGÍA ECONÓMICA
Esta área se asocia a la exploración
y procesamiento de minerales. La
investigación, en este caso, señala
la doctora Ursula Kelm, está
orientada a comprender la formación
de ciertos yacimientos y el
comportamiento de su mineralogía
en el proceso de extracción y el
procesamiento mineral, abarcando
depósitos cupríferos, de oro y ciertas
sales.
En la Universidad, la geología
económica tiene dos aristas: la
mineralogía química, que se relaciona
con la exploración, y la mineralogía
aplicada a la producción. Hoy existen
varios proyectos en marcha en
geología de la producción, que se
realizan en estrecha colaboración
con la empresa minera. Por otro
lado, el Instituto GEA acaba de
comenzar una iniciativa en el área
de mineralogía química, a través de
AMIRA International, para el
desarrollo de nuevas herramientas
para la exploración.
Un punto fuerte en el campo de la
exploración, dice la doctora Kelm,
ha sido el uso de trazadores para
determinar porqué un cuerpo está
enriquecido o no.
También son tópicos de interés para
la investigación los inconvenientes
que se presentan en la línea de
producción. Muchas veces, en el
caso del cobre, un estudio
mineralógico puede mostrarse muy
favorable en términos de presencia
del metal, pero junto a éste existen
minerales que no aportan valor (lo
que se conoce como ganga). Aquí
se hace necesario saber cómo se
comportará la ganga en la
recuperación del metal. Desde este punto de vista, agrega es importante
que el geólogo, además de entender
los yacimientos, sepa predecir los
problemas que pueden suscitarse
en la extracción y procesamiento
de minerales y comunicarlo
oportunamente a su par de la
ingeniería.
Para la académica, la gran fortaleza
de nuestra casa de estudios es la
facilidad para la integración
multidisciplinaria, donde confluyen
especialidades del área química,
metalúrgica y geológica, que dan
un buen soporte a esta investigación. [subir]
GEOLOGÍA AMBIENTAL
La interacción entre los procesos geológicos y las actividades humanas es
el foco de interés de esta área. Aquí, como explica la doctora María
Mardones, se estudian los efectos de la intervención humana en el medio
natural y se busca desarrollar estrategias para su manejo, en una visión
multidisciplinaria a la que contribuyen la petrología, sedimentología,
geomorfología, hidrogeología, vulcanología, geoquímica y geología
económica e ingenieril.
Para la doctora Mardones, son tres los ámbitos en los que el doctorado
puede aportar al país desde la investigación: la contaminación del agua
y suelo derivada de la actividad minera; la explotación y contaminación
de recursos hidrogeológicos y los riesgos naturales de origen geológico.
Un mejor conocimiento de la contaminación derivada de la actividad
minera (metales pesados, elementos tóxicos o la acumulación de desechos
radiactivos) podría contribuir a la búsqueda de nuevas tecnologías para
disminuir los efectos de la polución.
El segundo tema se relaciona con la escasez de agua dulce, donde la
académica pone la atención en la necesidad de conocer la cantidad,
calidad y vulnerabilidad de los recursos hídricos subterráneos de que
dispone el país.
En la tercera área cobran relevancia la investigación en torno a la
evaluación, zonificación, y modelación de los riesgos sísmico, volcánico,
tsunamigénico, de remoción de masas, anegamiento, inundación fluvial,
subsidencias, etc., que pueden aportar información relevante para que
los planificadores territoriales desarrollen herramientas para prevenir y/o
mitigar desastres naturales.
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