BIOENERCEL,
un gran paso hacia la industria de los biocombustibles
Una alianza entre el sector privado,
la Universidad de Concepción
y Corfo,permitirá el estudio y desarrollo de los biocombustibles
de segunda generación en Chile.
Cifras de la Comisión Nacional de Energía
(CNE) estiman que la demanda de gasolina en 2010 será de
unos 3,2 millones de metros cúbicos. A su vez, la
demanda de diésel para 2010 se proyecta en 4,8 millones
de metros cúbicos. Por lo tanto, la investigación
en variedades, cultivos y tipos de residuos con atributos
para la industria de los biocombustibles y procesos industriales
eficientes, es una prioridad país.
Los recursos forestales, plantaciones
dendroenergéticas
y los residuos de la industria forestal y la silvicultura,
son un gran potencial para el desarrollo de biocombustibles
de segunda generación; esto es, los que se obtienen
de materiales lignocelulósicos, como los rastrojos
agrícolas de la caña del maíz, paja
de trigo y otros, pastos, hierbas y madera. Especialmente
importantes en Chile son los residuos de la industria forestal
y desechos de la silvicultura, como podas y raleos no comerciales
estimados en más de 17 millones de toneladas al año.
Estos desechos forestales podrán ser transformados
en bioetanol, un biocombustibles que presenta ventajas ambientales
y económicas y que ya es usado en diversos países.
El bioetanol producido se puede mezclar con gasolina, hasta
un 10 por ciento en todos los vehículos en circulación,
también se puede usar en forma pura o en cualquier
proporción en los autos Flex.[subir]
LA APUESTA DEL GOBIERNO
En su último discurso
presidencial, la presidenta Bachelet señaló que
la producción de
bioetanol a partir de los recursos forestales se impulsaría
mediante un consorcio tecnológico, por lo que, como
respuesta a esos planteamientos InnovaChile, de Corfo, convocó a
la presentación de propuestas para el financiamiento
de grupos empresariales de investigación en biocombustibles
de segunda generación.
Al respecto el vicepresidente ejecutivo
de Corfo, Carlos Alvarez, señala que “en el ámbito de
quienes participamos en el diseño de políticas
públicas en el campo de la innovación, un objetivo
explícito, deliberado, crucial, es aprovechar el acervo
de conocimientos disponibles en el país para aplicarlos
focalizada y deliberadamente en la solución de grandes
problemas nacionales. De lo que se trata es de hacer converger
el conocimiento generado por los investigadores y todo el
aspecto tecnológico desarrollado por las empresas
en el área de producción y de logística,
en dar respuesta a temas de desafío nacional. Y las
líneas implementadas por el gobierno en este tema
son múltiples”.
Con el nombre de Bioenercel S.A., nuestra
casa de estudios, a través del Centro de Biotecnología, se adjudicó uno
de los dos consorcios del concurso de InnovaChile para considerar
soluciones innovadoras para lograr el desarrollo de la industria
de producción de biocombustibles, a partir de la utilización
de biomasa forestal.
Bioenercel S.A. está integrado por la Universidad
de Concepción, la Universidad Católica de Valparaíso,
Fundación Chile, Arauco, CMPC y Masisa, y recibirá un
aporte público de InnovaChile cercano a $3 mil millones,
equivalente al 58% del costo total del proyecto que asciende
a más de $5 mil millones.
Este consorcio espera realizar un conjunto
de proyectos que, en forma integrada, propongan una alternativa
viable
al problema energético de Chile, desarrollando ó adaptando
tecnologías y formación de capacidades humanas
que permitan implementar en Chile una industria de biocombustibles.
Además, considera la creación de infraestructura
y acciones para la protección y comercialización
de los resultados obtenidos.
“Chile es un país dependiente de la importación
de combustibles y vemos que uno de nuestros principales recursos
naturales, el forestal, es una gran alternativa. Por ello
el principal objetivo de Bioenercel es lograr las condiciones
para tener en nuestro país la primera planta productiva
de bioetanol. Para esto debemos generar el conocimiento necesario
y, lo que es muy importante, las alianzas a nivel internacional
que permitan lograr este objetivo”, sostiene Jaime
Baeza, director de Investigación y coordinador del
consorcio.
Diversas casas de estudio extranjeras
han comprometido su activa participación en el proyecto: entre ellas se
cuentan University of British Columbia (Canadá), North
Carolina State University y Virginia Tech (USA), Abo Akademi
(Finlandia), Universidade de Sao Paulo y Universidade Estadual
de Campinas (Brasil), Universidad Autónoma de Barcelona
(España), Universidad de Ghent (Bélgica) y
el Centro de Investigaciones Energéticas, mediaombientales
y Tecnológicas (Ciemat) de España.[subir]
PRESENTACIÓN EN SANTIAGO
Con la presencia del ministro
de Energía, Marcelo
Tokman, del vicepresidente ejecutivo de Corfo, Carlos Álvarez,
y del director ejecutivo de InnovaChile, Claudio Maggi, se
dieron a conocer en Santiago los resultados de la convocatoria
nacional de Consorcios Tecnológicos Empresariales
de Investigación en Biocombustible a partir de Material
Lignocelulósico.
Junto con Bionercel S.A., también resultó favorecido,
el consorcio Biocomsa S.A.. De ambos proyectos los evaluadores
internacionales, expertos de EEUU, Brasil y España,
destacaron la calidad de sus propuestas como la trascendencia
de sus alcances en materia de investigación en uso
de distintas materias primas forestales (lignocelulósica)
y del proceso de producción de biocombustibles.
Maggi explica que, si bien los Biocombustibles
no están
incluidos en los cluster nacionales, están dentro
de las plataformas habilitadoras y se pueden transformar
en un cluster de tipo regional.
Con respecto a las iniciativas ganadoras
dice que “lo
que se buscaba era la conformación de consorcios que
tuvieran metas muy ambiciosas pero alcanzables en el plazo
establecido”.
Para el ejecutivo de Innova es destacable
que los dos consorcios favorecidos hayan presentado propuestas
complementarias:
uno en torno al desarrollo del biodiésel y otro en
torno al bioetanol.
“Dentro de las múltiples medidas tomadas por
el gobierno para favorecer la incorporación de los
biocombustibles y de las fuentes de energías renovables
a la matriz energética nacional esta es una de las
principales”.
Con respecto a Bioenercel, Maggi destaca
de la propuesta de este consorcio la creación de la industria de bioetanol,
lo que, a su juicio, permitirá la adaptación
tecnológica a soluciones que surgen en el mundo. “De
tal modo, tendremos una plataforma que aplique rápidamente
a nuestra realidad, tecnologías nuevas desarrolladas
en el resto del mundo”.[subir]
CREACIÓN
DE LA INDUSTRIA DE BIOETANOL Y BIO-OIL
Chile importa el 72% de la energía total que consume
(98% de petróleo, 96% de carbón y 75% de gas
natural).
El Consorcio Bioenercel desarrollará tecnologías
que permitan la introducción de los combustibles de
segunda generación a la matriz energética nacional.
Inicialmente se evaluarán dos procesos de conversión
de la biomasa lignocelulósica en biocombustibles,
la transformación biotecnológica y la termoquímica.
La primera estará dirigida a la producción
de bioetanol y la segunda a la producción de bio-oil.
El Consorcio desarrollará, adaptará e implementará tecnologías
relacionadas con la producción de estos biocombustibles
a partir de recursos forestales.
Para ello, no sólo se realizará investigación
que permita obtener las tecnologías adecuadas al uso
de nuestros recursos naturales en la producción de
biocombustibles, sino que además se establecerá un
programa de transferencia tecnológica de los resultados
obtenidos, lo que permitirá la creación de
la industria de bioetanol y bio-oil. Establecer las bases
para la creación de estas industrias es el objetivo
central del Consorcio.
Paralelamente se espera que Bioenercel
genere una masa crítica
de capital humano altamente capacitado en el área
de la bioenergía, mediante la formación de
profesionales, doctores y posdoc.
Por su parte, Alvaro Saavedra, de Forestal
Arauco señaló que
el interés por participar en este consorcio surgió de
la buena experiencia desarrollada con la Universidad, a través
del desarrollo de múltiples proyectos, entre ellos
el de Genómica Forestal.
“Tenemos grandes esperanzas de que a partir de aquí se
desarrolle una tecnología que nos permita tener opciones
de generación de otros tipos de energías que
en este minuto no están disponibles en el país.
En el último tiempo se ha demostrado que la asociatividad
empresa-universidad da buenos frutos y, en la medida que
se transforma en un círculo virtuoso va a generarnos
buenas perspectivas”.
Al respecto el vicepresidente ejecutivo
de CORFO señaló que “lo
más importante es que cuando se observa el volumen
de proyectos de Innova Chile en el que participan universidades
ha crecido sustancialmente en los últimos años;
eso nos habla bien de la dinámica que está ocurriendo
en beneficio del país. Vamos a rentabilizar un activo
de conocimiento que no estaba generando todo el impacto que
podía generar en Chile”.[subir]
BIODIÉSEL
DE MICROALGAS
Actualmente, al interior del Centro de
Biotecnología
de la Universidad, existe otro proyecto de biocombustibles
de segunda generación liderado por la Dra. Patricia
Gómez y el Dr. Cristian Agurto.
Los investigadores llevan un año trabajando en él
con el objetivo de seleccionar microalgas para que tengan
el mayor rendimiento en aceites susceptibles a ser transformados
en biodiésel.
Recientemente Fondef aprobó el financiamiento del
proyecto denominado Manejo biotecnológico de microalgas
oleaginosas nativas para la obtención de Biodiésel.
Las temáticas de estudio de este grupo son selección
de microalgas con alta producción de aceites y adaptables
a condiciones de cultivo; producción de aceites; caracterización
genética de microalgas, y procesos de mutagénesis
para aumentar la acumulación de aceites.[subir]
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