Índice para estimar riesgo de MAREA ROJA
Los florecimientos algales nocivas (FAN),
conocidos comúnmente
como marea roja, constituyen hoy la principal amenaza para
la acuicultura nacional, ya que pueden ocasionar pérdidas
de vidas humanas y de producción, cierre de mercados
y deterioro del ecosistema.
Las tendencias en el mundo muestran que
los florecimientos algales nocivos y no nocivos se están presentando
con mayor frecuencia e intensidad, mientras que las investigaciones
comienzan a abandonar la creencia de que éstos están
asociados a procesos de contaminación, prevaleciendo
la idea de que son de origen natural y, por tanto, de difícil
predicción.
Ante esto, un proyecto del Programa Marea
Roja de Fondef se ha propuesto construir un sistema de
estimación
de riesgos de eventos algales nocivos, con el fin de minimizar
los impactos socio-económicos de estos fenómenos
en la zona sur, donde la acuicultura se ha consolidado como
polo de desarrollo, con retornos superiores a los dos mil
millones de dólares anuales y más de 50 mil
empleos directos e indirectos.
El investigador del departamento de Oceanografía,
Alfredo Troncoso, líder de la iniciativa, señala
que “no debemos olvidar que las mareas rojas llegan
para quedarse”.
Y en este escenario es “fundamental disponer de herramientas
para convivir con este fenómeno natural, determinar
sus causas y minimizar los efectos económicos negativos,
de forma que se puedan tomar medidas paliativas como cosecha
temprana, detoxificación, depuración o cierre
de áreas”.
El proyecto se centra específicamente
en los FANs causados por Alexandrium catenella, microalga
que produce
el veneno paralizante de mariscos (VPM).
Este dinoflagelado, explica el investigador
del Laboratorio de Oceanografía Química,
tiene la particularidad de generar un estado de resistencia,
en forma de quiste o
espora, cuando las condiciones y factores que favorecieron
su crecimiento masivo (bloom) disminuyen y/o se agotan.
Los quistes, que se depositan en el fondo
marino somero (sedimentos), pueden permanecer en latencia
por más
de una década y “si son removidos de los sedimentos
y las condiciones de la columna de agua son las apropiadas,
dejarán su condición de dormancia, se exquistarán,
crecerán y se multiplicarán generando un bloom
(FAN)”.
La hipótesis de trabajo indica que la presencia de
quistes en los sedimentos implica que hubo un evento FAN
en aguas superficiales y que la viabilidad de los quistes
y su capacidad de germinar están limitados por factores
críticos que es necesario establecer y ponderar.
La investigación busca identificar esos factores
en tres áreas de la región de Los Lagos, Calbuco-Puerto
Montt, Canal Yal-Canal Dalcahue y el área de Quellón,
a partir de una serie de estudios físicos, químicos
y biológicos asociados a la erodabilidad de los sedimentos.
Entre éstos se incluyen la identificación
y cuantificación de quistes de Alexandrium catenella;
evolución espacio temporal de la densidad del agua
de mar y de la capa fótica; caracterización
físico química de los primeros 3 centímetros
de los sedimentos (considerando granulometría, materia
orgánica, microperfiles de O2, pH, Redox, H2S) para
determinar el potencial de sobrevivencia de los quistes;
condiciones de los vientos, mareas, corrientes y efectos
sobre el fondo marino y corrientes. También se han
programado experimentos en un canal hidráulico para
determinar la velocidad crítica de resuspensión
de los sedimentos y cultivos de quistes en laboratorio e
in situ (con cámaras especiales). Habrá, además,
estudios de bioperturbación (cómo otros organismos
influyen en la suspensión de los sedimentos) y monitoreo
del fitoplancton para evaluar la presencia de quistes temporales
y recién formados en la columna de agua.
A partir del conocimiento de la variabilidad espacio-temporal
de cada uno de estos factores se desarrollará un
algoritmo adimensional que permitirá clasificar
en términos de riesgos (cero, bajo, medio, alto
y muy alto) las áreas en cultivo y las que se incorporen
a futuro a la producción.
Esta herramienta, indica Troncoso, servirá a acuicultores,
inversionistas, compañías de seguro y organismos
del sector público (de Pesca y Salud) como un apoyo
a la toma de decisiones técnico-administrativas que,
además de contribuir a reducir los impactos negativos
de los FAN, ayudará a lograr un equilibrio entre seguridad
sanitaria y el desarrollo sustentable de las actividades
económicas.[subir]
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