Comprobado
La vitamina C es el antioxidante más poderoso del organismo humano
El proyecto anillo Vitamina C y resistencia al estrés oxidativo: estudios básicos y sus aplicaciones biomédicas en cáncer y prevención de enfermedades cardiovasculares, Conicyt-PBCT finaliza cumpliendo sus metas y abriendo nuevos horizontes en la pesquisa de marcadores cancerígenos.
Ciencias médicas, de la salud, biológicas, naturales, bioquímica y patología fueron las disciplinas que el proyecto anillo conjugó durante tres años con el propósito de determinar el papel de la vitamina C en la defensa celular al estrés oxidativo y desarrollar aplicaciones biomédicas en las áreas del cáncer y las enfermedades cardiovasculares. El proyecto, liderado por el profesor Juan Carlos Vera, incluye como participantes a los profesores Coralia Rivas Rocco (subdirectora), María Teresa Chiang y Egon Casanova, todos del departamento de Fisiopatología de nuestra Universidad.
A poco tiempo de su término oficial –y con el pesar del cierre de la iniciativa-, su director, el doctor Juan Carlos Vera de la facultad de Ciencias Biológicas, indicó sentirse satisfecho con las metas logradas y con los hallazgos inesperados, los que han descubierto nuevos horizontes para el Laboratorio de Antioxidantes en materia de marcadores cancerígenos. “El proyecto fue espectacular, avanzamos rápidamente en conocer el metabolismo de la vitamina C, cumplimos las metas y logramos aún más de lo que esperábamos”, señaló.
En materia de transportadores del nutriente, los investigadores dieron pasos certeros al comprobar que vitamina C es el antioxidante más importante que posee nuestro organismo, una cosa que parece obvia pero que no se había demostrado.
Mediante estudios a nivel molecular identificaron los mecanismos que regulan el sistema. Con esos datos estudiaron el papel de la vitamina C en cáncer. La hipótesis fue que las células tumorales y las normales tienen un comportamiento similar frente al estrés oxidativo. “Son sensibles de igual manera. Se diferencian en que las tumorales obtienen y acumulan mayores cantidades de vitamina C que las células normales, por lo tanto, considerando que la vitamina C es el antioxidante más importante en la defensa del estrés oxidativo, las células tumorales tienen una mayor capacidad para resistir el estrés oxidativo, propuesta que demostramos”, indicó Vera.
Un aspecto relacionado con el proyecto fue fijar nuevos marcadores moleculares de tumorogénesis. “No era parte del proyecto pero derivamos en esa dirección”, señaló sobre este tema que será estudiado a través de la postulación a nuevos proyectos.
Otro de los impactos de este proyecto es que fue “desde el laboratorio hacia la comunidad”, como indicó el director. El equipo intervino colegios con altos índices de vulnerabilidad en la comuna de Coronel, alto riesgo de enfermedades crónicas entre los adolescentes.
La OMS propone que el nivel mínimo de vitamina C en la sangre debe estar sobre 50 micromolar. La población estudiada presentó un 50% menos de lo necesario. Este indicador, sumado a conductas de riesgo como tabaquismo, sedentarismo y malos hábitos alimenticios, son un aviso del futuro desarrollo de adultos con enfermedades crónicas. La idea fue intervenir el establecimiento educacional, con el objetivo de que los estudiantes comenzaran a consumir frutas y verduras e introducir un cambio de hábitos.
A través de un diploma el proyecto capacitó a los docentes de los liceos. Además durante la investigación se evidenció la mala nutrición de los adolescentes, se incentivó el cambio de hábitos sedentarios. Los propios escolares crearon The Copión, un informativo que reunió a alumnos, sus profesores y académicos de la Universidad en torno a este tema.
Uno de los aspectos interesantes es que, a pesar de que la iniciativa llegó a su término, el programa de intervención continuará su trabajo.
A juicio de Vera, la experiencia del anillo fue exitosa. A todo lo anterior se suma la consolidación del Laboratorio de Antioxidantes, que hoy cobija a 15 estudiantes de doctorado y que ha permitido el desarrollo de más de 30 tesis de pre y posgrado; la participación de los investigadores en más de 100 congresos; publicaciones en revistas de alto impacto y la adjudicación de dos proyectos Redes durante 2007 uno de ellos con la Universidad de Chile y otro con la Universidad de Buffalo, Estados Unidos[subir].
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