“Efecto Colateral”
(Fragmentos de un paisaje agredido)

Con la intención de realizar una suerte de testimonio visual sobre la devastación, intencional o producto del descuido, del hábitat natural de la región del Bío Bío, el artista visual, director del departamento de Artes Plásticas, Jorge Pasmiño, se desplaza de la tela a la imagen digital para componer la muestra Efecto colateral. Fragmentos de un paisaje agredido, la cual fue desarrollada gracias a un proyecto de la Creación Artística de la dirección de Investigación.

Para ello, realizó una documentación por medio de imágenes de nuestra zona, capturando la destrucción por el fuego de extensas áreas de vegetación, y la consiguiente privación en la que se han visto envueltas variadas especies del ecosistema existente en la zona. “La mirada del autor se proyecta desde el campo pictórico, la composición macro y en ángulos de encuadre, en la observación de la materia: sugerencias formales, de estructuras o táctiles, en busca de descalces visuales desde el negativo fotográfico a la imagen digital”, sostiene Pasmiño.

Como si se tratase de un ensayo de campo, el artista agrega a la exposición muestras del sitio, capturadas dentro de contenedores trasparentes, las que se integran cromática y texturalmente a las imágenes digitales.

Para este proyecto incorpora además la materialidad de la cerámica como improntas humanas, “vestigios del laboratorio cultural que ha desarrollado a fuego el hombre”, dice.

Agrega Pasmiño: “me interesan estos soportes pues considero que hoy son accesibles al público, especialmente porque están presentes en la vida cotidiana y en la publicidad

contemporánea (una buena imagen puede poseer más densidad que las palabras). Creo que estos medios permiten establecer nexos directos entre las personas, los artistas, y también posibilitan una mejor comprensión del sentido en la producción de obra”.

Su reflexión visual, realizado en esta ocasión a través de todo un aparataje tecnológico y contemporáneo, transita desde su anterior muestra, Entomología visual, a este Efecto colateral con una suerte de mirada científica, escudriñadora, que le otorga a su estrategia plástica un nuevo ángulo de enfoque.

Pasmiño sostiene que, para un artista visual, el espacio natural puede ser tremendamente sugerente, evocativo y estimulante, ya que los sentidos humanos pueden percibir, escuchar, oler, diferenciar superficies, y poseen el don de regresar en fracción de segundos la memoria al pasado. “Es posible que a pocos les interese el tema de la naturaleza; cómo diferenciar la variedad de tonos verdes o hacia dónde viajan las luciérnagas para pasar el frío invierno. Quién se interesa si el Bombus chilensis tendrá alimentos en las próximas cosechas, o si el bosque proveerá de suficientes hojas al zorzal para construir su nido.

Los insectos, como nosotros, ¿conservan memoria de su aldea natal?, ¿tienen, como nosotros, predilección por los lugares vistos al principio? Sí, reconocen el alojamiento materno, vuelven a él, le restauran, le pueblan de nuevo... Conocen de memoria su vivienda natal, como yo conozco mi pueblo”, dice.

“Al final de cuentas, el artista es como un hombre de laboratorio, o como el científico que investiga, analiza, compara, trabaja para producir un resultado. Piensa y actúa con el máximo de libertad, incluso el proceso así como los resultados de su obra pueden ser inciertos”.[subir].