UPROS, apoyo a la investigación en acuicultura

En sólo 8 años de funcionamiento, la Unidad Productora de Semillas (UPROS) de la Universidad de Concepción se ha convertido en un importante soporte para la investigación en acuicultura de moluscos.

En ella se han desarrollado tecnologías para el cultivo de diversas especies que abren nuevas perspectivas para la acuicultura nacional, a la vez que ha servido de base para el fortalecimiento de capacidades humanas en el área, a través de la realización de tesis de pre y posgrado, prácticas y entrenamientos, a los que acuden incluso profesionales de países vecinos.

La Unidad, situada en la Estación de Biología Marina de Dichato, se implementó a partir de un proyecto del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), destinado a la producción de semillas de ostión del norte (Argopecten purpuratus), que lideró la entonces académica del departamento de Oceanografía, Irene Lépez.

La construcción, de 220 metros cuadrados, acoge una serie de módulos que sostienen cada una de las etapas de la producción de semillas: unidades de cultivo de fitoplancton y de acondicionamiento de reproductores; salas de larvas, de filtros, de lavado y de bombas, y otros sistemas complementarios.

Al exitoso proyecto del ostión del norte, se sumaron más tarde diversas iniciativas mediante las cuales se lograron establecer protocolos para la producción experimental de semillas de navaja (Ensis macha), navajuela (Tagelus dombeii), macha (Mesodesma donacium), choro zapato (Choromytilus chorus) y choro araucano (Mytilus galloprovinciallis).

Trascendente han sido las investigaciones en marcha del grupo de la UPROS, coordinada actualmente por Eduardo Tarifeño, en torno al choro zapato, en las que se introdujeron las componentes genética y biotecnológica para cambiar el color gonadal de las hembras y al desarrollo del cultivo del llamado choro araucano, especialmente en cuanto a la producción de su semillas en laboratorio.

Son resultados que, a juicio Tarifeño, hablan de la consolidación de un grupo de trabajo –que hoy funciona bajo el nombre de ProMytilus- que ha sido capaz de demostrar la factibilidad biológica y técnica de desarrollar cultivos en especies con gran potencial para la producción comercial de mejillones en Chile.

Estas capacidades representan oportunidades para el deprimido sector de la pesca artesanal, que podría iniciar la explotación de estos cultivos en la región.

La dificultad está en las restricciones que existen para llegar al escalamiento comercial de la producción de semillas. La UPROS fue diseñada para producir un máximo de 10 millones de unidades de semillas y una producción a escala comercial requeriría, al menos, de 200 millones de semillas.

Eduardo Tarifeño señala que la Universidad en la actualidad está explorando la posibilidad de establecer un hatchery con las capacidades necesarias para este escalamiento, con el propósito de contribuir al desarrollo de la miticultura en la región.

Control de la producción

La gran ventaja de la obtención de semillas en ambientes controlados es que permite planificar la producción. La captación de semillas en el ambiente –explica el doctor Tarifeño- está sujeta a una serie de eventos que escapan al control de los acuicultores. La producción en hatchery también posibilita el mejoramiento de las semillas a través del manejo genético para potenciar cualidades deseables, a la vez que contribuye a evitar la propagación de enfermedades portadas desde los ambientes naturales. Por otro lado, dice, la mayor demanda por semillas del medio natural puede afectar la tasa de renovación normal de los bancos, afectando su calidad. En ese sentido, la producción de semillas en ambientes controlados, tiene además un efecto en la conservación de los recursos.

En este punto, el académico sitúa las posibilidades de experimentar en la producción de semillas de chorito chileno, un cultivo que ha registrado un importante crecimiento en los últimos años, empujado por una demanda insatisfecha por este tipo de productos a nivel mundial y cuyo principal abastecedor es España con el mejillón gallego, especie de la cual existen banco naturales hoy en las costas de la VIII Región.

Hace 10 años la producción de choritos en Chile alcanzaba a las 25 mil toneladas, el año pasado la producción se situó en 120 mil. Las proyecciones de la Subpesca hablan de que en el año 2010 ésta debiera situarse en las 300 mil toneladas. Hoy existe mucha disponibilidad natural de semillas, pero –como señala el investigador- al ritmo de crecimiento de los cultivos, éstas se harán escasas y la presión sobre ellas afectará su calidad, por lo que se hará necesario producirlas en un ambiente controlado.

Pero la UPROS va un paso adelante también en relación a España, donde la producción del mejillón gallego se basa fundamentalmente en la captación de semillas del medio natural. Mientras la región ya tiene la tecnología para producir semillas en ambiente controlado, ellos recién están analizando esta posibilidad, indica Tarifeño.[subir]