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Dirección de Investigación de la Universidad de Concepción - Nº 15 - julio 2007

 

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Innova Bío Bío

Biomasa forestal para la generación de bioenergía

Oportuno es el mejor calificativo que puede recibir el estudio que la facultad de Ciencias Forestales, en una asociación estratégica con el sector público y empresarial, puso en marcha el año pasado, sobre el uso de fibra forestal como materia prima en la producción de energía.

El proyecto Desarrollo de protocolos para la producción de biomasa de especies forestales de rápido crecimiento y corta rotación para la generación de bioenergía -que dirige el académico del departamento Manejo de Bosques y Medio Ambiente, Eduardo Acuña- es consistente con los esfuerzos del gobierno en torno a establecer una política de promoción de las energías renovables no convencionales (ERNC), cuyo proyecto de ley ha sido enviado recientemente al Congreso, y que está en el objetivo de avanzar hacia la seguridad energética del país.
Con el respaldo de Innova Bío Bío (Corfo), Conaf, Masisa y Energía Verde del Grupo AES Gener, la investigación apunta a establecer nuevos usos para fibra de madera, orientándola a la producción de energía eléctrica o bioetanol.

El estudio, de 5 años, evaluará la factibilidad técnica y económica de establecer plantaciones forestales de alta densidad y rápido crecimiento, para generar biomasa en corta rotación.

La evaluación se realizará sobre ensayos en tres especies de eucalipto (camaldulensis, nitens y globulus) y aromo (Acacia melonoxylon) que se establecerán en dos zonas de la Región, con densidades variables, de 5 mil, 7 mil 500 y 10 mil plantas por hectárea.

La idea es seleccionar, por densidad de plantación y área de estudio, las especies que alcanzan mayor acumulación de biomasa leñosa, mayor poder calorífico para la generación de vapor y composición química más favorable para la producción de etanol. También se analizará el impacto de estas plantaciones en el consumo de agua y ciclo de nutrientes y las edades óptimas de rotación de las especies y su relación con el rendimiento económico.

Los sitios elegidos para los ensayos se sitúan uno en el secano interior (próximo a Ninhue) y otro en el sector Arenales (Cabrero). Ya se realizaron los análisis de suelo y la preparación del terreno, programándose el establecimiento de las parcelas para junio, como adelantó el profesor Acuña.

El proyecto representa una oportunidad para empresarios tanto del sector maderero como bioenergético, así como para pequeños productores forestales, quienes podrían obtener retornos más rápidos por sus plantaciones, además de la ventaja de acceder a bonificaciones.

Relevante también es que este tipo de cultivos está pensado en suelos marginales, una diferencia respecto a experiencias desarrolladas en el extranjero en terrenos de aptitud agrícola. “Nuestro enfoque no es hacia los suelos agrícolas, porque son pocos, dice Acuña, apuntamos a terrenos que hoy no son ocupados por la parte forestal y que han sido abandonados por la actividad agrícola por su baja productividad”.

En este sentido, acota, no hay un conflicto en el uso de recursos, como el que genera la utilización de productos alimenticios como materia prima para bioetanol.

La utilización de estos terrenos, que están en manos en su mayoría de pequeños propietarios, supone un impacto social, por su revalorización; y ambiental, porque mejora la calidad de los suelos.

Hay confianza en los resultados de la investigación, pues se trata de especies que se establecen muy bien en este tipo de suelos, como fue probado a través de un proyecto Fondef, también a cargo de la facultad de Ciencias Forestales, desarrollado en conjunto con Fundación Chile.

Además existe gran interés en el potencial de los cultivos dendroenergéticos. “Aún no tenemos plantaciones y ya hay grandes expectativas”, señala el académico, aludiendo a pequeños empresarios forestales que han tomado contacto con el equipo del proyecto manifestado intenciones de invertir en estos cultivos.

Las proyecciones no dejan de ser importantes: según el profesor Acuña, el país está en condiciones de doblar la superficie actual de cultivos y diversificar su matriz productiva, incorporando plantaciones con fines bioenergéticos.[subir]

 


 
     
 
 
     
 
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