Investigación para la enseñanza
técnico profesional

El desafío de buscar algunas de las claves de la enseñanza técnico profesional en Chile está en las investigaciones del doctor Abelardo Castro Hidalgo, decano Educación de la Universidad, quien lidera su tercer proyecto Fondecyt en la materia.

Se trata del trabajo denominado Evaluación multidimensional para el currículum multidimensional de la educación media técnico-profesional, cuyo período de ejecución termina este año.

La investigación recoge nada menos que nueve años de experiencia que comenzaron con un primer Fondecyt en 1996, proyecto que constató un problema que atrajo la atención del investigador: Los mejores alumnos del sistema Dual de educación técnica (que combina actividades teóricas en la sala de clases con prácticas en la empresa) no desarrollaban estratos de incorporación del conocimiento adquirido en clases en su trabajo.

Aunque la autoestima apareció entonces como una gran ventaja del sistema, apareció un alarmante vacío.

La primera reacción fue poner ojo en el currículo, de manera que hacer que los contenidos aparecieran mejor sincronizados o integrados entre sí para desarrollar la capacidad de conocimiento productivo en los alumnos.

La idea se transmitió a un siguiente proyecto para demostrar que el modelo educativo no debía centrarse en lo que debe hacer el alumno, sino en hacerlo comprender qué caracteriza al fenómeno que él debe enfrentar.

Según el doctor Castro, las investigaciones apuntan a hacer que los alumnos recojan el conocimiento de la escuela y comprendan los fenómenos para usarlos de manera eficiente.

Esto significa que, además de los conocimientos y de la capacidad de comprender, debe haber otros elementos incorporados al estudiante para que luego sea exitoso en el mundo laboral.

Los resultados se tradujeron en un currículo integrado en que los contenidos son puestos a prueba por los profesores y alumnos en situaciones reales y en medio de un entorno social asociado que permite desarrollar el razonamiento, la capacidad de entender, de “moverse” en una compleja trama de relaciones sociales y de hacer florecer la capacidad de autogestión. [subir]

Portafolio

El problema ahora fue buscar la forma de evaluar si estas competencias eran asimiladas por los estudiantes. No había fórmulas para evaluar actitudes o para determinar si un alumno había desarrollado una competencia determinada.

La solución apareció por la vía del llamado Portafolios, un sistema de evaluación que reúne en una carpeta las pruebas y los trabajos (informes) de los jóvenes y los comentarios de sus profesores. El portafolios también incluye las pautas que muestran al alumno lo que el docente evaluó de él.

El sistema, probado con alumnos de cuarto medio del Liceo Comercial B-43 de Coronel, Salesiano de Concepción y del Centro Educacional de Alta Tecnología (CEAT) se tradujo en un estímulo al aprendizaje, entre otras cosas porque los alumnos valoraron el saber en qué consiste la evaluación y por qué se les mide. Y son ellos mismos los que reconocen las formas en que les es más fácil aprender.

Abelardo Castro reconoce que aún hay problemas en la evaluación, especialmente porque hay profesores que siguen privilegiando la evaluación de los contenidos y que el desarrollo de habilidades y actitudes no responden a un mismo patrón de enseñanza. Es por eso que el proyecto habla de multidimensiones. [subir]

Masa crítica

Pero el trabajo ha tenido más efectos que el esperado sobre los alumnos del sistema. El nuevo desafío es exportar el modelo, en la medida en que no existen experiencias similares ni en Chile ni en América Latina y respaldar este esfuerzo con el de fortalecer la formación docente, en especial cuando hay muchos profesores que aún privilegian la evaluación de los contenidos. [subir]

Objetivos Fundamentales

Una de las bases más evidentes para generar nuevas fórmulas de evaluación de la enseñanza técnico profesional está en el proceso de cambios que experimenta la educación en el país. Para ello, es necesario tener en consideración los Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios, que explicitan las dimensiones de aprendizaje del currículum chileno:

• Contenidos, referidos al conocimiento de la especialidad y de las asignaturas;
• Competencias específicas, relacionadas con el saber hacer de los alumnos, como es el caso de las tareas;
• Objetivos transversales relacionados con lo cognitivo, como la capacidad de relacionar, de resolver problemas y otros de tipo superior en el ámbito del desarrollo del pensamiento;
• Objetivos transversales relacionados con la capacidad para actuar con afectividad, respeto, equidad y actitudes éticas en los grupos de trabajo o en los modos de producción;
• Transversales vinculados con sólidas conductas demostrables en relación con el cuidado y protección del entorno, y
• Desarrollo y autoafirmación del alumno, que incluye la formación transversal para lograr la autoaceptación y seguridad personal y afianzar un particular proyecto de vida. [subir]