Consejo Regional de Ciencia y
Tecnología ya es realidad

La Estrategia Regional de Desarrollo 2000-2006 considera como uno de los ámbitos de acción prioritarios, el fortalecimiento del sistema de ciencia y tecnología a través de la Línea Estratégica Ciencia y Tecnología para el Desarrollo.

A fines de mayo, un año después de firmado el acta de acuerdo para promover la instalación en regiones de los Consejos de Desarrollo Científico e Innovación Tecnológica, se creó el Consejo Regional de Ciencia y Tecnología (Corecyt), el que tendrá calidad de organismo asesor del Gobierno Regional y resolutivo en las materias de su competencia.

Se trata del primero de los consejos regionales que se constituye en el país y será presidido por el Intendente e integrado por dos consejeros regionales, cuatro representantes del sistema universitario regional, dos representantes del Gobierno Regional, un representante de Serplac, un representante de Innova Bío Bío, y un
representante del sector productivo.

Tendrá, además, que formar un Consejo Ampliado que abarque la más amplia gama de participantes del ámbito Científico-Tecnológico Regional, el cual será convocado para la validación de propuestas.

El Corecyt tiene entre sus objetivos generar y promover políticas y estrategias regionales que fomenten la investigación científica y
tecnológica en procura del desarrollo sostenido de la Región. Deberá, asimismo, contribuir a desarrollar capacidades científicas y
tecnológicas que propendan al progreso armónico, integral y sustentable de la Región.

Además de servir de instancia de coordinación, comunicación y difusión entre los diferentes actores, sectores e instituciones interesadas en el desarrollo científico y tecnológico, elaborará un reglamento operativo y un programa de trabajo que le permita cumplir con los objetivos generales definidos en este instrumento. [subir]

“No es gasto, sino inversión”

A juicio del Intendente Jaime Tohá, la creación del Corecyt será “uno de los hitos más importantes en el desarrollo de la región que todos soñamos.

Esta es la oportunidad que se nos da para pasar de la etapa de ser una gran productora de mercancías y una gran exportadora de esos productos, a la etapa superior en que lograremos que esos productos tengan el agregado fundamental que sólo puede entregar la investigación científica y tecnológica".

La autoridad destacó la visión de los consejeros regionales que entendieron la importancia de la investigación aprobando recursos para la instalación, por ejemplo, del Centro Regional de Biotecnología, que a fines de este año deberá estar terminado y el primer Centro de Investigación en Polímeros Avanzados (CIPA) del país, con la colaboración de CONACYT; ambas con una participación primordial de la Universidad de Concepción.

“Este es el momento en que el sector productivo debe comprender que entregar recursos para ciencia y tecnología no es un gasto, sino una inversión porque el desarrollo pasa por experimentar nuevos ciclos productivos, nuevas formas de hacer las cosas. Este era el momento de institucionalizar esta realidad y por eso hemos creado este Consejo con lo que nos ponemos a la cabeza en el
país, apostando a la ciencia como tema inseparable de los procesos de desarrollo. En la Región del Bío Bío tenemos claro que no se trata hoy de producir y exportar más, sino de producir y exportar productos distintos, entregar más conocimiento y proteger
nuestras investigaciones con los resguardos legales adecuados como lo hacen las grandes naciones desarrolladas".

En la ceremonia de constitución del Corecyt intervino el docente del Departamento de Polímeros de la facultad de Ciencias Químicas de nuestra Universidad y Premio Municipal de Ciencias, Galo Cárdenas, quien enfatizó en la importancia que tiene, para un país como el nuestro, el invertir en ciencia y tecnología.

Tanto él como el Intendente coincidieron en que, al unificar los esfuerzos en investigación, la Región podrá ponerse a la vanguardia en temas de ciencias y desarrollo tecnológico, aspecto en el que destaca la necesidad de coordinar la labor de las universidades y el sector privado, lo que permitirá agilizar la labor del Corecyt.