Biotecnología
acuícola
A través de un proyecto Fondef,
un equipo de investigadores
del departamento de
Oceanografía está trabajando
en la optimización de la
tecnología de cultivo del choro
zapato (Choromitylus chorus)
en sus diversas etapas, para
promover el desarrollo de la
actividad a nivel industrial y el
fortalecimiento de las
exportaciones.
Una parte importante de la
iniciativa -que se centra en el
hatchery que mantiene la
Universidad en la Estación de
Biología Marina en Dichatoestá
orientada a subsanar, a
través de técnicas
biotecnológicas, un problema
que hace poco viable la
comercialización del recurso en
el exterior: el color de las
gónadas en las hembras de
tonalidad café negruzca, que
produce rechazo en el
consumidor.
Los investigadores intentan
aumentar el porcentaje de
individuos machos en cultivo
y/o modificar el color de las
gónadas de las hembras a
tonalidades más claras. Para
ello se plantearon tres
alternativas: el cruzamiento
selectivo de individuos más
claros, el tratamiento vía
hormonas para inducir un
cambio de sexo y la
manipulación cromosómica.
La primera línea de trabajo
estaba orientada a investigar
diferentes poblaciones a lo largo
del país en busca de individuos
con color menos intenso, para
obtener luego de cruzamientos
sucesivos a lo largo de varias
generaciones, organismos más
claros. El análisis de las
poblaciones, sin embargo, no
arrojó grandes diferencias de
tonalidades, por lo que estaárea de intervención fue
desestimada.
Tratamiento hormonal
Sustancias animales y
vegetales, así como las
hormonas contenidas en las
gónadas masculinas del choro zapato, han sido probadas para
inducir la formación de machos.
El tratamiento hormonal se
aplica en las primeras etapas
de desarrollo, antes de la
ocurrencia de la diferenciación
sexual, en una talla que se
sitúa entre los 2 y 2,5
centímetros.
En las primeras pruebas se
desechó la inyección directa de
las sustancias por ser altamente
invasiva, así como el uso de
productos vegetales por su
toxicidad. Los mejores
resultados se han obtenido con
las hormonas animales y del
choro zapato, que se
administran a través de baños
periódicos. La mayor dificultad,
en el caso de las hormonas
propias, radica en los altos
volúmenes de adultos que hay
que macerar para extraer las
hormonas.
También se han realizado
pruebas con sustancias
androgénicas, que son
utilizadas en humanos, para
aumentar la expresión
masculina.
Organismos triploides
y neomachos
En la manipulación genética se
han definidos dos caminos, que
se sustentan en un acabado
conocimiento de las
características cromosómicas
de la especie. Estos son la
obtención de individuos
triploides (dotados de tres set
de cromosomas) y la
generación de organismos
neomachos a través de la
ginogénesis.
La triploidía produce, en un 98
a un 99%, seres asexuados
que, al obviar el desarrollo de
gónadas, concentran la mayor
parte de su energía en la
producción de tejidos, lo que
implicaría mayores tasas de
crecimiento y, en el caso del
choro zapato, la desaparición
del color café de las gónadas
en las hembras.
En este caso, la intervención
se lleva a cabo en el momento
de la fecundación. En el proceso
natural de los bivalvos, el
gameto masculino llega con un
set cromosómico, mientras que
el ovocito lo hace con dos. Al
entrar el espermio en el ovocito,éste libera dos corpúsculos
polares, formando una célula
haploide que se fusiona con el
núcleo del gameto masculino,
generando un individuo
diploide. Con el uso de
sustancias químicas, que se
aplican con éxito en ostras y
ostiones, se evita la expulsión
del segundo corpúsculo polar.
Así, los organismos quedan
dotados de tres sets de
cromosomas, dos aportados
por la hembra y uno por el
macho.
La segunda alternativa en el
manejo cromosómico consiste
en la generación de organismos
ginogéneticos, donde sólo
interviene el ADN materno. La
técnica consiste en eliminar el
material genético de los
gametos masculinos
sometiéndolos a radiaciones
ultravioletas. Desprovisto de
su ADN, el espermio, al unirse
con el óvulo, sólo cumple la
función de inductor de la
división celular, siendo
necesario restituir la diploidía
evitando la expulsión del
segundo corpúsculo polar.
Como resultado se obtienen
individuos diploides de carácter
femenino que, posteriormente,
se someten a tratamientos
hormonales para su
masculinización.
Los resultados definitivos de
estas experiencias podrán
comprobarse cuando los
individuos alcancen la talla de
5 centímetros. |