Enfoque sicolingüístico del
lenguaje y envejecimiento

Según las proyecciones demográficas observadas por el INE, existe una clara tendencia al envejecimiento de la población chilena. En 1950 había 18,7 mayores de 60 años por cada 100 menores de 15. Esta cifra es un llamado de atención sobre la necesidad de incorporar definitivamente el tema del adulto mayor a la carpeta de los asuntos relevantes para la sociedad chilena actual.

En el ámbito científico, específicamente en la lingüística, los estudios del lenguaje en el senescente son un territorio poco explorado. En la Universidad, un grupo de investigadores de la facultad de Humanidades y Arte, liderado por la profesora Mónica Véliz, realizan una investigación que abarca las competencias lingüísticas de la memoria operativa del adulto mayor. Dar cuenta de esta competencia lingüístico-comunicativa permite conocer mejor un aspecto de sus capacidades intelectuales, que tiene una influencia decisiva en su vida social y en sus posibilidades de interacción comunicativa.
El principal objetivo que se plantearon los investigadores de este proyecto, fue el desarrollar un perfil de la competencia lingüístico-comunicativa de adultos mayores de la ciudad de Concepción, en el marco de un enfoque cognitivo. La muestra se realizó con un segmento de extrema pobreza. Con este objetivo seleccionaron la población Michaihue, que cuenta con las características necesarias para realizar la investigación (índice de drogadicción y delincuencia bajo en comparación a poblaciones aledañas como Candelaria y Boca Sur).

La hipótesis básica planteada fue que las capacidades lingüísticas experimentan cambios significativos en la vejez, los que están asociados a una disminución de la capacidad operativa del sistema cognitivo humano.

En el ámbito de los estudios sicolingüísticos y cognitivos sobre el lenguaje y envejecimiento, existen dos corrientes teóricas. La primera considera el desarrollo del lenguaje en la tercera edad como un proceso de involución. Según esta postura, el cerebro humano va ganando en conocimiento con el paso del tiempo, pero pierde paulatinamente en rendimiento. La segunda hipótesis considera que el ser humano experimenta un constante desarrollo y evolución de sus capacidades intelectuales a lo largo de la vida. El ser humano se desarrolla constantemente en múltiples direcciones en un proceso dinámico entre ganancias y pérdidas. El principal punto de discrepancia entre ambas visiones radica en la interpretación de los datos empíricos: mientras la primera sostiene que el desgaste propio de la edad es compensado con el desarrollo de nuevas estrategias y que, dadas ciertas condiciones de vida, es posible una vejez exitosa, la segunda enfatiza la desventaja en que se encuentran los adultos mayores en comparación de los más jóvenes.

Para dar cuenta de los cambios ocurridos en la muestra, el estudio se centró en cinco áreas de la competencia lingüístico comunicativa. Estas son: léxico, área en que los estudios muestran una tendencia a la dificultad para acceder al léxico en tareas tales como encontrar la palabra para un objeto (típicos episodios de “la punta de la lengua”); sintaxis, evidencias consistentes relativas al efecto que tiene el envejecimiento en los procesos de comprensión y producción sintáctica, revelando un decrecimiento de la longitud y de la complejidad sintáctica asociada con la vejez; producción de discurso oral, el desempeño cognitivo estaría relacionado con la reducción de la velocidad con que este grupo realiza sus tareas; producción de discurso escrito y comprensión del discurso, donde los estudios demuestran un menor rendimiento asociado a la edad en tareas de memoria.

Si bien es cierto el área de trabajo es lingüístico humanista, la metodología utilizada para realizar la investigación se basó en métodos científicos: observación participativa, inclusión de estímulos, medición de respuestas, recolección de datos y análisis de estos últimos. Esto contribuyó a que la evaluación recibida por el comité de selección fuera una de las más altas y se le otorgara una duración de tres años al proyecto, el cual finalizará en marzo de 2004.

Entre los objetivos se espera la comparación de los comportamientos lingüísticos de los grupos estudiados, evidenciando cambios significativos que permitan diferenciar las competencias del adulto mayor de la del resto de los grupos y perfilar en términos globales y por área las capacidades en estudio. [subir]