TRABAJO ORIGINAL
Percepción y grado de satisfacción de estudiantes de medicina sobre implementación de taller de suturas: enseñanza práctica por docentes y por pares en la asignatura de cirugía.
Roberto González L.*,**a,
Héctor Molina Z.**b
,María García-Huidobro D.**,***c,
Este trabajo se enmarca dentro de la Tesis titulada “Competencias procedimentales quirúrgicas básicas en estudiantes de medicina, enseñanza práctica por docentes y por pares”, para optar al grado de Magíster en Educación Médica para Ciencias de la Salud, a cargo del investigador principal.
Introducción:
La simulación clínica aplicada a la cirugía representa una herramienta
complementaria a los métodos de enseñanza tradicional, situando a
estudiantes en escenarios controlados para el entrenamiento de
habilidades quirúrgicas. Palabras clave: Cirugía, Cursos de entrenamiento, Educación médica.
SUMMARY Perception and degree of satisfaction of medical students about the implementation of suture workshops: practical teaching by teachers and peers in the course of surgery.
Introduction:
Clinical simulation applied to surgery represents a complementary tool
to traditional teaching methods, placing students in controlled
scenarios for the training of surgical skills.
Keywords:
Surgery, Training courses, Medical education.
INTRODUCCIÓN La simulación en el área de la salud se entiende como una herramienta complementaria a los métodos tradicionales de enseñanza y que sitúa a los estudiantes en escenarios ideales y controlados para entrenar una habilidad o técnica necesaria en la práctica clínica1-3. En nuestro país, la simulación clínica se considera un contenido básico de los programas de formación de la especialidad de cirugía general4; permite que los residentes adquieran habilidades quirúrgicas complejas sin poner en riesgo la seguridad de los pacientes y ha demostrado el traspaso de las competencias aprendidas al pabellón quirúrgico5-8. En pregrado, por otra parte, se han implementado distintos simuladores para la enseñanza de habilidades quirúrgicas básicas. Destaca especialmente la sutura de heridas, considerándose una habilidad fundamental en la práctica de un médico general y como la habilidad quirúrgica más importante a dominar durante la carrera de medicina9-11. A pesar del éxito que han demostrado experiencias nacionales12 e internacionales13,14 con programas de entrenamiento de sutura de heridas para estudiantes de medicina, se hace necesaria una evaluación estandarizada de las percepciones asociadas y caracterizar el recibimiento que tienen los participantes frente la metodología de simulación clínica. El objetivo de este trabajo es evaluar la percepción y grado de satisfacción de estudiantes de medicina sobre la implementación de un taller de suturas en la asignatura de cirugía.
MATERIAL Y MÉTODO Estudio pre experimental antes y después, realizado en estudiantes de medicina de la Universidad de Concepción. Se incluyó a 46 estudiantes correspondientes al 100% del estudiantado que cursó la asignatura de Cirugía el segundo semestre entre los meses de noviembre y diciembre de 2017. Se realizó un taller práctico de sutura de heridas, previo consentimiento informado, de 16 horas académicas divididas en cuatro sesiones presenciales. Se distribuyó aleatoriamente a los participantes de forma tal que la mitad de ellos fue entrenado por cirujanos subespecialistas, mientras que la otra mitad recibió instrucción de estudiantes de medicina previamente capacitados para este fin (monitores de sutura). Se utilizó una pata de cerdo (cruda, refrigerada y no congelada) como modelo biológico para simulación de heridas quirúrgicas. Cada estudiante contó con un puesto individual, una tabla de madera sobre la cual se fijó el modelo biológico e instrumental quirúrgico básico: porta agujas Masson, tijera de Mayo, pinza de disección y suturas de Seda y Poliéster 2-0. Previo a la primera sesión, los participantes debieron revisar tres videos con material teórico dispuestos en la plataforma ARCO de la universidad. Los videos demostrativos tuvieron como objetivo entregar los conocimientos teóricos mínimos respecto a materiales de sutura, infiltración de anestésicos locales y sutura de punto continuo y discontinuo. Durante las sesiones del taller se entrenaron las siguientes habilidades: inyección de anestésicos locales, preparación de campo quirúrgico, sutura de punto continuo y discontinuo, nudos con mano, sutura con grapas y retiro de puntos. Para la evaluación objetiva del taller, cada estudiante fue registrado en video mientras realizaba una sutura de punto continuo y discontinuo sobre modelo biológico; emulando una herida en piel cabelluda y muslo, respectivamente. Se consideró como “evaluación pre taller” al registro en video previo a la intervención y “evaluación post taller” al ejercicio de simulación en idénticas condiciones, luego de las 16 horas de entrenamiento. Las grabaciones fueron calificadas por dos cirujanos especialistas ciegos al momento de la intervención a través de la escala “The Objective Structured Assessment of Technical Skills” (OSATS)15, con amplia experiencia internacional en la evaluación de habilidades quirúrgicas. Para la evaluación subjetiva del taller se confeccionó una encuesta de satisfacción de 17 ítems en formato tipo Likert, que fue validada por expertos del Departamento de Educación Médica de la Universidad de Concepción. El instrumento se dividió en cuatro grandes áreas: 1. Generalidades del taller 2. Desempeño de los tutores 3. Materiales 4. Satisfacción de los estudiantes Se dispuso de una sección especial para que los participantes calificaran el taller con nota entre 1,0 y 7,0 y relataran con sus propias palabras su experiencia durante las sesiones de entrenamiento, los aspectos positivos o negativos a mejorar y sus reflexiones personales respecto a la intervención. Los datos se tabularon en planilla Excel® y se analizaron en el programa SPSS® versión 24. Se resumen los resultados de la evaluación objetiva pre versus post intervención. Se describen y comparan los resultados subjetivos de la encuesta de satisfacción por ítem, consultado en grupo entrenado por cirujanos versus monitores. Se utilizó prueba t de Student para calcular significancia estadística considerando p<0,05 como valor significativo.
RESULTADOS Todos los participantes completaron las cuatro sesiones del taller de suturas, rindieron la evaluación objetiva de la intervención y respondieron la totalidad de la encuesta de satisfacción al finalizar el curso. Tanto el grupo entrenado por cirujanos subespecialistas como por monitores de sutura mejoraron su puntuación en la escala OSATS al comparar el resultado pre taller versus post taller. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas en la evaluación post taller al comparar entrenamiento por cirujanos subespecialistas versus monitores de sutura. Los resultados de la evaluación subjetiva correspondiente a la percepción y grado de satisfacción de los participantes según entrenamiento por cirujanos versus monitores, se muestran en la Tabla 1. Seis enunciados lograron el puntaje máximo en ambos grupos; entre ellos destacan: “El taller efectuado contaba con objetivos claros”, “La participación en el taller de suturas mejoró mis habilidades técnicas básicas de cirugía” y “Recomendaría este taller a otros estudiantes de medicina”. El ítem que mostró menor rendimiento en ambos grupos fue “La información teórica del material audiovisual entregada previo al taller me pareció adecuada”. El taller fue calificado en general con nota 6,8; sin diferencias significativas entre el grupo entrenado por cirujanos versus monitores.
Los enunciados del área “Desempeño de los tutores” se comparan en la Figura 1. “Sentí que los tutores o monitores fueron empáticos durante el taller” obtuvo el puntaje máximo, mientras que las preguntas alusivas a la seguridad, conocimientos y desplante de los tutores fueron altamente calificadas, sin diferencias significativas entre ambos grupos.
DISCUSIÓN La implementación de un programa de entrenamiento en simulación clínica requiere de al menos tres pilares fundamentales: el simulador, los tutores y los alumnos a entrenar6. La elección del simulador depende de factores como recursos económicos disponibles o dificultad de la técnica a entrenar. Los tutores requieren no solo de la formación pedagógica necesaria para la docencia, sino también familiarización con los instrumentos de evaluación, en nuestro caso, la escala OSATS. Finalmente, los alumnos a entrenar representan la población diana por la cual se plantean los objetivos generales y específicos de la intervención. Estos tres componentes repercuten en el éxito global del curso y las percepciones de sus participantes al finalizar el mismo. Respecto al simulador, Valderrama-Treviño y cols. compararon tres modelos de entrenamiento de diferentes características, encontrando que, si bien los modelos biológicos no vivos posee ventaja versus modelos sintéticos, el uso de un simulador por sí solo mejora el aprendizaje al instaurar un ambiente controlado, disminuyendo la incertidumbre y el miedo que puede invadir a un médico en formación al abordar por primera vez a un paciente16. En nuestro trabajo, la utilización de una pata de cerdo fue bien percibida por los estudiantes, probablemente por las ventajas de adquisición y eliminación, además de ser un buen emulador de la piel humana para la práctica de estas competencias quirúrgicas básicas. Por otro lado, la utilización de tutores para la enseñanza de habilidades quirúrgicas en grupos pequeños representa un cambio desde la enseñanza a través del modelo observacional, a uno centrado en el estudiante, permitiendo un feedback efectivo entre las partes involucradas17. En nuestra experiencia, fue innovador comparar la adquisición de habilidades de sutura según entrenamiento por cirujanos versus pares, no encontrándose diferencias significativas en la evaluación objetiva ni en el grado de satisfacción de los participantes. La implementación de grupos bajo tutoría exclusiva de alumnos ayudantes es una metodología que se ha usado con más fuerza en la última década, sin embargo, son pocas las experiencias que se han dedicado a evaluar el impacto aislado que tienen estos estudiantes sobre sus pares entrenados. Son ventajas de la enseñanza por pares la facilitación del diálogo en el proceso de aprendizaje, favorecer un clima más horizontal que con los propios docentes y entrega de feedback efectivo17,18. Dichos beneficios fueron aprovechados en nuestra intervención, logrando un excelente impacto, tanto en la evaluación objetiva como en la percepción de los estudiantes frente a sus alumnos ayudantes, calificándolos con altos puntajes en los ítems relacionados a seguridad, conocimientos y empatía. Probablemente, este fenómeno se deba a que los monitores de sutura son capaces de anticiparse a los errores y dificultades en la ejecución del entrenamiento simulado por compartir un entorno común y la misma carrera universitaria con los sujetos entrenados, lo cual se ha asociado a una mayor comprensión de las dificultades que poseen los estudiantes y se traduce en una mayor satisfacción por parte del grupo entrenado19,20. Los alumnos a entrenar representan el tercer elemento fundamental de un programa de simulación. Se han propuesto distintos factores que afectan la percepción de los estudiantes durante su formación en competencias médico-quirúrgicas, entre ellas: el uso de tutoría en grupos pequeños, tiempo suficiente de práctica, generación de un ambiente tranquilo para el aprendizaje e incluso factores no modificables como edad y género de los entrenados21,22. A pesar de la gran variedad de factores involucrados y la dificultad para evaluarlos, nuestro estudio demuestra que los estudiantes poseen alto grado de satisfacción en los ítems relacionados a su rol como alumnos, considerando este taller como necesario dentro de su formación como médicos generales, los incentiva a seguir formándose en otras competencias, e inclusive, muchos de ellos se declaran dispuestos a cursar una formación especial para desempeñarse como monitor de sutura y participar en actividades que mejoren la docencia. En suma, los resultados obtenidos respaldan el uso de la simulación clínica como estrategia para el aprendizaje de habilidades quirúrgicas básicas como la sutura de heridas, fortalece la enseñanza por pares al incluir alumnos ayudantes en la formación, es muy bien percibida por los estudiantes, sin encontrar diferencias significativas en el ambiente generado en el grupo entrenado por cirujanos subespecialistas versus monitores de sutura y resulta muy motivadora para cada participante, alentándolo a seguir capacitándose en habilidades médico-quirúrgicas a través de simulación clínica.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Artículo recibido el 09/08/18, Aceptado el 05/10/18.
Dirección del autor:
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Centro
Cardiovascular, Hospital Clínico Regional de Concepción “Dr. Guillermo Grant
Benavente”,
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