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TRABAJO ORIGINAL
Evaluación Ciclo de Cine y Bioética como herramienta docente.
Libia Lara C.*a, Alberto Rojas O.**b
RESUMEN
Introducción:
Nos encontramos en una época de grandes avances tecnológicos,
computacionales, médicos, etc., que debe ir en paralelo con metodologías
de enseñanza y aprendizaje. El uso de películas, efectivas y apropiadas,
provoca un mejor aprendizaje y mejor utilización del tiempo, con mayor
retención de lo aprendido. Además, los estudiantes que utilizan esta
metodología logran una mejor capacitación para aplicar lo que
aprendieron, que los que no han tenido instrucción fílmica. La
utilización del cine, además, despierta el interés por el conocimiento,
desarrolla la creatividad y estimula la fantasía. Estos son argumentos
suficientes para incorporar el cine como metodología de aprendizaje. Palabras clave: Aprendizaje, Docencia, Bioética, Cine.
SUMMARY Assessment of Cinema and Bioethics Cycle as a teaching tool.
Introduction:
The human being is facing an era of considerable advances in several
branches of applied sciences, medicine, computer sciences and
technology, among others, which must go in parallel with teaching
and learning methodologies. The use of films, effective and appropriate,
leads to better learning and better use of time with greater retention of
what has been learned. In addition, students who use this methodology
achieve better training to apply what they have learned than those who
have not had film instruction. The use of cinema also stimulates
interest in knowledge, develops creativity and stimulates fantasy. These
are sufficient arguments to incorporate cinema as a learning methodology.
Keywords:
Learning, Teaching, Bioethics, Cinema.
INTRODUCCIÓN El hecho de encontrarnos en medio de un intenso desarrollo computacional, sin duda, repercute y compromete a las metodologías de enseñanza y aprendizaje. Los pensadores Lipovetsky y Serroy plantean en este sentido que “Videopantalla, pantalla miniaturizada, pantalla gráfica, pantalla nómada, pantalla táctil: el nuevo siglo es el siglo de la pantalla omnipresente y multiforme, planetaria y multimediática”1. Sin embargo, la pantalla no es más que una superficie en la cual se proyectan imágenes, tanto cinematográficas como fotográficas. De ahí el valor y sentido de aprovechar estas tecnologías y utilizarlas como medio de enseñanza y no tan sólo como un medio de entretenimiento. Si se entiende que el cine es arte que se proyecta en la pantalla, entonces se puede plantear que “el buen cine es un arte de la luz. Y como tal, tiene potencia para iluminar la vida de los hombres”2. Vinculado a esto último, la medicina puede ser comprendida más allá de una técnica, también como un arte específico, vinculado al destino de muchas personas. Es específico porque queda relacionado con la vida, la enfermedad, la salud e incluso con la muerte. En tanto, el arte universal ha evolucionado con el paso del tiempo, por lo que ha definido una huella en medio de diferentes culturas, dejando constancia de esta profesión a través de pinturas, teatro, esculturas y también en la cinematografía desde sus inicios, tema que revisaremos en esta comunicación. En el programa de la asignatura de ética médica de tercer año de medicina de la Universidad Andrés Bello UNAB, desde 2014 se viene aplicando en forma regular la pasantía de películas que cumplan con la ejemplificación de una o varias situaciones de conflicto ético, sea en pacientes de hospital o situaciones más complejas como la clonación humana, por ejemplo, analizada en la película “No me abandones”. La escuela de medicina de la UNAB, sede Viña del Mar, decidió iniciar este proyecto docente porque se consideró oportuno graficar a través del contenido de la película exhibida, diversas situaciones plenamente comparables o equivalentes con un paso práctico de hospital. El posterior debate o discusión dirigida, no sólo estimula a participar a los alumnos, sino que permite repetir la película para poder repasar conceptos o contrapuntos respecto a los principales contenidos de la bioética contemporánea. La experiencia anterior, es decir, pasos prácticos de bioética en diversos servicios de hospital, presentaban problemas de desarmonía en los contenidos entre los diversos grupos de alumnos, sin contar con la sobrecarga que ello representa a todo el personal hospitalario en su trabajo del día. Junto a lo anterior, y en forma complementaria, en la UNAB se realizó un Ciclo de Cine y Bioética que consistió en la proyección seleccionada de películas con tramas de grandes dilemas éticos, algunas de ellas basadas en casos reales. Por lo tanto, ambas situaciones, el ciclo de cine y la proyección en aula de estas películas se han transformado en verdaderas herramientas para el aprendizaje de bioética, no sólo para los alumnos de medicina, sino que también en la carrera de enfermería. “Se ha dicho que un 83% de los conocimientos es adquirido a través de la vista, mientras que un 11% lo hace por medio del oído, argumentos suficientes para valorar adecuadamente lo que cualquiera de los medios audiovisuales disponibles en la docencia puedan significar en el aprendizaje de los educandos. Específicas investigaciones han demostrado de manera fehaciente que el uso de películas efectivas y apropiadas provoca un mejor aprendizaje y mejor utilización del tiempo, con mayor retención de lo aprendido. Además, los estudiantes que utilizan esta metodología logran una mejor capacitación para aplicar lo que aprendieron, que los que no han tenido instrucción fílmica”. Su utilización, además, despierta el interés por el conocimiento, desarrolla la creatividad y estimula la fantasía. Aumenta la actividad psíquica y emocional del estudiante, acelera el ritmo de la clase y ahorra tiempo en la enseñanza3. Existen antecedentes respecto a la importancia del cine formativo. Saturnino de la Torre, ya en el año 1996, planteaba que: “… cine formativo es la emisión y recepción intencional de películas portadoras de valores culturales, humanos, técnico-científicos o artísticos, con la finalidad de mejorar el conocimiento, las estrategias o las actitudes y opiniones de los espectadores. En primer lugar, ha de poseer determinados valores o méritos humanos; en segundo lugar, dichos valores han de estar codificados de forma que sean interpretables y en tercer lugar, que exista una intención de utilizar dicho medio como recurso formativo, es decir, con voluntad de producir algún tipo de aprendizaje que no tiene por qué estar vinculado necesariamente al mensaje de la película…”4. Cine bien escogido puede ofrecer ventajas, las que más allá de su entretención inherente, opera como eficaz medio de comunicación; representando, en el ámbito educativo, una herramienta fascinante de trabajo pedagógico en las aulas. Un medio audiovisual como el cine, es una forma de instrucción que capta toda la atención de la vista y oído, proporcionando a la educación el método intuitivo adecuado para afianzar contenidos nuevos a la vez que se desarrollan capacidades y habilidades importantes para el individuo. Durante muchos años el cine buscó solución a sus problemas de estética y narrativa, intentando crear un lenguaje propio, de la mano de la perfección técnica. Su rápida evolución permitió juzgarle y valorarle con cierta moderación, hasta que en el año 1911 Ricciotto Canudo lo catalogó como el séptimo arte, situándolo junto a la literatura, pintura, música, danza, escultura y arquitectura5. Su presencia, como método de enseñanza universitaria puede verse con más claridad aún en la siguiente cita: “Las políticas universitarias toman en cuenta cada vez más los conceptos de calidad, de innovación, de enseñanza basada en el aprendizaje, pero sobre todo de que el profesorado ha de incorporar formas nuevas orientadas al desarrollo de habilidades y competencias del alumnado. El dominio de los contenidos pasa así a formar parte de lo que denominamos competencias, tanto personales como sociales y profesionales. Ello significa que la docencia está en proceso de transformación y que la transmisión de contenidos es una estrategia más que una finalidad. El peso de enseñar está en conseguir que el alumnado aprenda y, por tanto, las estrategias no son de transmisión sino de interacción, motivación, implicación, aplicación, investigación, tutoría, resolución de problemas, simulación… Estrategias dentro y fuera del aula". La diversidad y facilidad de acceso a medios audiovisuales que ofrece la tecnología de nuestros días es una ventaja para los profesores universitarios, aceptando que ellos “son profesionales de la enseñanza superior innovadores y creativos, con dominio del contenido formativo y de estrategias didácticas, capaces de hacer que los alumnos se entusiasmen por aprender y logren las competencias deseadas. Esta sería la clave para plantear la acción docente en la universidad y, por consiguiente, un modelo de formación y análisis"6. Por ende, creemos que es un privilegio el ejemplo del ciclo de cine de bioética impartido en la UNAB, ya que los estudiantes no sólo han podido lograr las competencias deseadas a lo largo del curso, sino que sobrepasarlas. Los enormes avances de la medicina, a veces difíciles de creer, parecen ir de la mano de los medios audiovisuales y medios de comunicación. La interacción de ambas circunstancias, a nuestro entender, constituye una sinergia muy interesante que debiera tenerse en cuenta al momento de planificar la docencia en nuestros días. Objetivos Se pretende fomentar la utilización del cine como un recurso educativo, y potenciar su utilización y aplicación en el proceso de Enseñanza y Aprendizaje, y dar a conocer los resultados de esta experiencia con la finalidad de que otras universidades puedan aplicar dicha metodología dentro de su currículo.
MATERIAL Y MÉTODO
Participantes Instrumento Las preguntas planteadas fueron:
Procedimiento El análisis de los resultados se basó en el programa estadístico SPSS versión 21 y se realizó un análisis descriptivo. Se analizaron las frecuencias de respuestas, y se conocieron las opiniones de los encuestados sobre dicho ciclo de cine de bioética, con la finalidad de recibir un feedback de los participantes y definir efectivamente si continuar con el ciclo de cine bioética. Tras la reproducción de cada película, se contó con la participación de profesionales del ámbito bioético y de cinematografía, lo cual enriqueció la calidad del debate.
RESULTADOS Analizando las encuestas, podemos concluir que, respecto a la aclaración de contenidos del curso, el 48,7% está totalmente de acuerdo en que se aclararon los contenidos entregados durante el curso, mientras que el 30,3% está muy de acuerdo en que tras la visión de las películas se han aclarado contenidos sobre los cuales tenían ciertas dudas. Se consideró que los debates constituyen una buena herramienta para la reflexión personal. Un dato que interesa destacar es el hecho de que han aprendido de los aportes realizados por los propios compañeros. La motivación personal y conducción del debate es un punto importante para advertir que hay estudiantes a quienes les cuesta dar su opinión o resolver inquietudes, en parte por una cierta cohibición por parte del resto. Es destacable que se manifiestan muy de acuerdo en la utilidad de esta metodología y la valoran muy bien. Pocos alumnos están disconformes con esta metodología, alcanzando solo un 2,5% en la muestra que se analiza. Respecto del ensayo a realizar, dirigido al análisis y comentarios de aspectos ético-clínicos, un 74,8% de los alumnos estuvieron de acuerdo en esa forma de evaluación. Además, todos los estudiantes consideraron que las películas fueron seleccionadas de forma adecuada, al identificar en las distintas tramas aspectos vistos en las clases que se pretendía dominaran. Con relación a la eventual continuidad del ciclo en años sucesivos, un 8,3% consideró que este ciclo no se debería llevar a cabo, dato de minoría contrastado con el 91,6 % restante de opinión favorable a su continuidad. Un punto a destacar, es que un 94,1% de los estudiantes opinó que este ciclo les servirá en su futuro profesional, puesto que han podido apreciar en las películas escenas con “errores” que no deben cometer y circunstancias complejas ante las que se pueden ver enfrentados. Lo aprendido con esta metodología puede servir como experiencia previa, optimizando la forma de enfrentar un dilema ético-clínico verdadero. Es llamativo el hecho de que aquellos que más creen que esta forma de aprender les servirá para su futuro profesional son los alumnos de enfermería, ya que todos han contestado que les servirá de ayuda en su futuro profesional. Para el caso de los estudiantes de medicina, si bien el porcentaje también es alto, sólo representa un 92,4%.
DISCUSIÓN El cine es capaz de tener una innegable influencia en algunas actitudes de la sociedad. Se convierte en cierto modo en altavoz de valores, de creencias y comportamientos de masas que se encuentran poco habituadas a recrear el pensamiento crítico5. Por ello, es importante que los alumnos puedan enriquecer su proceso de aprendizaje con la ayuda del mejor cine formativo. El análisis crítico de esas películas, desde una óptica ética junto a sus docentes, puede contribuir a optimizar el conocimiento de conflictos propios del ejercicio de la medicina o evitar conductas incorrectas, observando las repercusiones que sus acciones incorrectas tendrían. Una película bien escogida, reemplaza cabalmente un paso práctico con pacientes hospitalizados o en los habitualmente congestionados policlínicos ambulatorios. Un ciclo de cine y bioética, constituye una poderosa herramienta didáctica que facilita el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues las películas seleccionadas han presentado conflictos en la práctica de la medicina que a los alumnos no les han dejado indiferentes. Han empatizado con las historias presentadas y las han analizado y trabajado en ensayos dirigidos, por lo que les será difícil olvidarlas. Pensamos que en el momento que se encuentren frente a casos clínicos complejos o dilemas éticos similares a los vistos en el ciclo de cine, ya tendrán al menos un modelo acerca de cómo buscar una solución a dicho conflicto, puesto que los alumnos no eran simples espectadores, sino que tenían que ser partícipes activos, como una actividad docente curricular, en la cual se persigue trabajar también las emociones y sensaciones transmitidas en el film. Un punto importante a destacar, es que el análisis de lo visto en la película se hacía en base a los contenidos de la asignatura ética médica; por lo que son, en definitiva, retroalimentaciones de lo aprendido en las clases. La realización de este ciclo de cine de bioética requiere la participación de profesionales del ámbito bioético y de cinematografía, para selección con riguroso criterio de las películas a proyectar. Además, profesionales del ámbito de la medicina, para contar experiencias similares a las proyectadas en las películas y el esclarecimiento de dudas y comentarios surgidos a los alumnos, en un contexto de debate interactivo junto a otros profesionales. Esta experiencia de ciclo de cine resultó exitosa, gracias a la colaboración de los alumnos. Otro aspecto a tener en cuenta para llevar a cabo el ciclo de cine, es el gasto que conlleva la licencia de copyright de todas las películas proyectadas, además de la infraestructura adecuada para la proyección de las películas. El cine es una excelente herramienta de enseñanza y aprendizaje, lo que pudimos comprobar con nuestra experiencia y resultados. Esto concuerda con otras experiencias llevadas a cabo en otras disciplinas, como es el uso del cine en la adquisición de idiomas, puesto que “nuevas tecnologías educativas en la clase de idiomas presentan numerosas ventajas: “autonomización y responsabilización de los aprendientes, individualización de la progresión”7. “El cine con su poderosa influencia sobre el intelecto, los sentidos y la empatía, es un instrumento docente muy importante para ayudar a los estudiantes y sanitarios a comprender mejor al ser humano enfermo. El cine, por lo tanto, como escaparate de la vida humana y de sus avatares, es una herramienta muy valiosa para el estudio de aquellas situaciones más trascendentales para el ser humano”8. En el estudio de Loscos et al. “concluyeron la elevada satisfacción de los alumnos por una asignatura que les ha enseñado temas fundamentales en el desarrollo de su futura profesión. La evaluación de los resultados de la misma por parte de los alumnos demuestra que la experiencia ha sido un éxito, lo que también confirma que en el sistema hay una carencia de actividades que consideren estos aspectos de la medicina. Las humanidades médicas, como el cine o la literatura, pueden ayudar de manera importante al presentar muchos problemas difíciles de comprender en el marco tradicional de la lección magistral”9. García et al. argumentan que el cine-debate –una de las actividades más apreciadas por los estudiantes– constituye una forma idónea y completa de utilizar los filmes en función de una educación artística y provisora, capaz de incidir en la consolidación de valores éticos y morales. Los resultados del estudio de García et al. permiten determinar que el 100% de los estudiantes reconoce la importancia del empleo, como fuentes de conocimiento, de las películas educativas, pues aportan una información científica muy actualizada (100%), y es de fácil adquisición y más barata (94,7%). Esta vía es una en las que el alumno se convierte en agente protagónico de su aprendizaje, pues se estimula su mentalidad inquisitiva y el interés gnoseológico que lo conduce de la ciencia a la vida y de ésta a la conducta ética ante fenómenos complejos10. “Finalmente, cabe reconocer que el empleo del cine en el aprendizaje-enseñanza de contenidos académicos representa un sistema de comunicación que integra la observación, la reflexión y el análisis de conocimientos y actitudes; su extraordinaria potencialidad la podría resumir la frase de Eric Rohmer: ‘El cine es pedagogía a 24 imágenes por segundo’”11. Para concluir, podemos decir que el Ciclo de Cine y Bioética tuvo una excelente acogida, pues se aclararon los contenidos del curso, sirvió como una buena herramienta para la reflexión personal, muy bien valorada por los alumnos como metodología de Enseñanza-Aprendizaje, deseo de continuar los próximos años con esta metodología y creen que les servirá de gran utilidad para su futuro profesional.
CONCLUSIONES Se puede concluir que hubo una gran aceptación del cine como herramienta de aprendizaje en el área médica, lo que parece ser una evidencia suficiente para aplicarla en los años sucesivos, tras la valoración tan positiva que tuvieron los estudiantes en relación al Ciclo de Cine de Bioética. Se considera de importancia la comunicación de dichos resultados, con la intención que otros docentes, puedan incorporar el cine como una herramienta metodológica.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Artículo recibido el 30/05/17, Aceptado el 15/11/17.
Dirección del autor:
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Facultad
de Medicina, Universidad Andrés Bello (UNAB), sede Viña del Mar. Viña del
Mar, Chile.
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