Evaluando la práctica profesional: un proceso de aseguramiento de la calidad educativa.

 

Autores: Orquídea Miranda Zúñiga, Isabel Sepúlveda Carvajal, Mª Cristina Fernández Orellana

Institución: Escuela Terapia Ocupacional, Facultad de Medicina, Universidad Mayor

Correo electrónico: maria.fernandez@umayor.cl

Modalidad del trabajo: Comunicación oral

Temática: Evaluación

 Introducción: El presente trabajo da cuenta del proceso desarrollado por la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Mayor, ante el desafío planteado de diseñar un instrumento de evaluación coherente con los principios del Currículum Mayor y el perfil profesional declarado. Este proceso, realizado desde el año 2008 hasta la fecha, es un proceso de construcción conjunta entre el equipo docente con jornada escuela y guías de práctica profesional pertenecientes a los centros donde ésta se imparte.

 Objetivo general: Incorporar la mirada de aprendizaje clínico/profesional como proceso, en los guías y supervisores de práctica profesional, a partir de la evaluación guiada y el uso de un instrumento validado en la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad Mayor, Santiago.

Intervención/Innovación: La innovación se refiere a un proceso de construcción y validación de un instrumento de evaluación del aprendizaje en la práctica profesional.

Este proceso surge a partir de la reflexión realizada en el contexto de Jornadas de Guías de Práctica Profesional, realizada por nuestra Escuela dos veces por año, donde guías y supervisores de práctica, dialogan acerca de cómo distinguir los aprendizajes a lograr y evaluar en el contexto del Currículum Mayor, también sobre cuáles eran los resultados de aprendizaje que debían evaluarse en el proceso de práctica, independiente del área o especialidad del centro, y en cuánto a cómo instalar un proceso de formación orientado al proceso y al logro de aprendizajes. Desde esta perspectiva se plantea el desafío de contar con un instrumento que permitiera hacer seguimiento del proceso a los diferentes actores (estudiante, guía y supervisor).

Este proceso de innovación, aporta al levantamiento y delimitación de resultados de aprendizaje relevantes a evaluar en los diferentes centros de práctica profesional, a concebir la evaluación de la práctica como proceso, tanto por el guía como por el estudiante y el supervisor, hacer uso  del instrumento como referencia para el logro del aprendizaje y mejoramiento continuo.

Se elabora durante el 2008 y 2009, una rúbrica con habilidades genéricas, que el año 2010 se utiliza en forma oficial. Se construye un resultado de aprendizaje específico por cada uno de los centros de práctica profesional, que es aplicado oficialmente en el año 2011. Luego se realiza un seguimiento de su aplicación a una muestra representativa y una asesoría de la Oficina de Educación en Ciencias de la Salud de la Universidad Mayor. En el año 2012 se realizan acciones de mejoramiento y el año 2013 se revisa el resultado de aprendizaje específico.

Desde una perspectiva ética, se ha establecido un canal de información formal sobre este proceso para dar a conocer en forma oportuna a todos los actores del mismo. Esto ha sido dirigido por la Coordinadora de Prácticas Profesionales y un Comité específico que lo ha monitoreado. Por otra parte, se han considerado diferentes fases, con implementación en marcha blanca, procesos de evaluación interna y externa. De esta forma se ha garantizado que las condiciones evaluativas en que participa el estudiante, sean conocidas, se encuentran consensuadas y direccionadas por el equipo.

Resultados: Instrumento de evaluación consensuado y validado. Mayor valoración de la práctica como proceso de aprendizaje. Percepción más amplia del proceso de evaluación. Alta Valoración del instrumento construido en forma conjunta. Alineamiento de los guías de práctica y equipo escuela al modelo educativo. Insumo para el desarrollo de instrumento de Evaluación con enfoque de competencias.

 Conclusiones: El trabajo sistemático del equipo permite alinear al cuerpo académico al modelo formativo, en este sentido el espacio académico de las Jornadas de Práctica Profesional, provee la oportunidad para construir y mejorar la práctica docente.

El proceso de validación de instrumentos, en forma conjunta, es una estrategia para el aseguramiento de la calidad. Desde esta perspectiva, la innovación es un aporte a la mejora de los procesos de aprendizaje clínico profesional, del quehacer docente y de la articulación entre la universidad y centros de práctica.

Creemos posible replicar el modelo y la metodología de trabajo, en el contexto de otras carreras, considerando que es una estrategia que construye y afianza la relación entre diversos actores y que permite relevar resultados de aprendizaje de carácter transversal.