Cada vez que cruzo el río
a San Pedro de tu paz
cada vez me borro más
cada vez siento más frío
ya no queda nada mío
que me espere en tu ribera
no vendrá tu primavera
a brotar en mi colchón
se otoña mi corazón
sólo el invierno me espera.
¿Tienes todo? ¿tienes nada?
¿tienes memoria u olvido?
¿tienes un tiempo perdido?
¿tienes tu puerta cerrada?
¿tienes boleto a mi almohada?
¿tienes un no o un quizás?
¿un talvez o un nunca más?
¿tienes aún algo mío?
¿y al otro lado del río
en San Pedro tienes paz?
Maldito breve verano
maldito mes de febrero
maldito torpe no-quiero
maldito freno de mano
maldito mi llanto en vano
maldita la cobardía
maldita mi cama fría
maldita capilla ardiente
velando tu cuerpo ausente
triste pan de cada día.
Benditas mezclillas rotas
bendita vieja polera
bendita tu cigarrera
benditas medias chilotas
bendito tu par de botas
bendito cuerpo docente
bendita tu boca ardiente
bendita tu lencería
bendita hembra tan mía
bendita gata caliente.
Ella me negó tres veces
antes del amanecer
me acababa de vender
(precio contado, tres meses)
pudrió mis panes y peces
transformó en agua mi vino
sin madero palestino
me clavó contra mi pena
su cáliz que me envenena
cubre de hiel mi destino.
Fue mi josé y mi maría
fue mi niñita jesús
fue mi estrella con su luz
mi belén, mi epifanía
fue mi pan de cada día
fue mi sangre de la alianza
fue una espada, fue una lanza
fue tres clavos, fue un madero
mi vía crucis entero
mi sepulcro y mi esperanza.
Aunque no logre andar, llamas y acudo
no me sé más palabras que tu nombre
ganaste sin piedad: quedé desnudo
exilias de tus labios mi pronombre
los besos me los niegas: me avinagro
insistes en callarte tus tequieros
cancelas tu mirada y su milagro
agregas a tu sí miles de peros
amarraste a tu ausencia mi pellejo
arrancas tu retrato de mi espejo
anulas si aparezco allí en tu voto
aliñas con vinagre mis heridas
apuras tus adioses y partidas
amputas y cercenas lo ya roto.
Fue un amor civilizado
fue la escena del sofá
fue el orgullo sin piedad
fue la carne y el pecado
fue al final papel mojado
fue mi lengua sin tu ombligo
del alto cielo maldigo
al santo que te da paz
tu boca dice jamás
sigo cantando contigo.
El vinagre de tus rosas
sabe aliñar mi dolor
maldigo el vocablo amor
y sus mentiras piadosas
espinas muy dolorosas
desgarran a éste que soy
toda mi nada la doy
ya derrapé en tu camino
nunca existió mi destino
aquel sitio a donde voy.
Sólo un premio de consuelo
quizá un diploma de honor
no resulté ganador
no alcancé a entrar en tu cielo
no pude cumplir mi anhelo
de ganarme tu medalla
nunca logré dar tu talla
faltó el gramo para el kilo
al final cortaste el hilo
y no pasé de tu raya.
En la raya pa' tu suma
yo daba números rojos
pusiste tranca y cerrojos
y luego una espesa bruma
con tinta negra mi pluma
manchó páginas en blanco
me despeñé en tu barranco
dejaste un papel mojado
tu cheque fue protestado
cierras mi cuenta en tu banco.
Echo de menos tu mano
y tu lengua aquí en mi boca
mi propia mano te invoca
va derramándome en vano
se me hizo tarde temprano
tú no me quieres abrir
hoy aparento vivir
tengo invierno en primavera
de tu tren sigo a la espera
porque no supe morir.
Llevo un revólver cargado
cuando me voy a dormir
para matarte y morir
dejando el caso cerrado
mas desborro lo borrado
y exhumo lo que inhumé
el responso que recé
se confunde con un gloria
y se niega mi memoria
a olvidar que te olvidé.
Muero una vez por semana
pero ensayo cada día
creí que ya no dolía
mas sangro cada mañana
se avinagró mi manzana
no reflotó el submarino
me ha alcanzado el asesino
olvido de tu memoria
pasé con pena y sin gloria
ya se volvió agua este vino.
Sigo encerrado aquí afuera
tú sigues en tu oficina
me ahogo en esta piscina
me miras de tu pecera
entre tú y yo una vidriera
pone esta terca mudez
y sin tu boca este pez
muere de sed cada día
condenado a esta sequía
de mi antes sin tu después.
Vendo tus medias chilotas
tu pijama rojo a rayas
tu cepillo, tus toallas
tus aros, tu par de botas
vendo tus mezclillas rotas
tu brasier y tu collar
tu tanga, tu celular
vendo tu lado en la cama
vendo tu brasa sin llama
que aún me logra quemar.