1
Mienten los que dicen que construí
Esta arca con mis propias manos
No es así
No pego un clavo
Pago por habitarla
Hasta que pase este diluvio de mierda.
2
Me he encerrado en demasía en este hermetismo
Y me llueva sobre mojado
No pienso salir de aquí
Aunque me tengan que echar con los pacos
3
Metí dentro del arca
Sólo algunos animales domésticos
Otras son fotos negras, gatos plásticos
Perros de ropa
Zancudos que pican como los mil demonios.
4
El arca cruje con el viento
Dentro de ella hay extensiones misteriosas
Y un frío que chupa los huesos.
5
Los animales duermen en mi cama
Tienen prioridad
(Yo me recuesto en el suelo)
-Noés- me dice mi mujer
Tienes que ser más animal
Que los propios animales.
6
Me he dejado crecer la barba de patriarca
Pero no he podido
Soy lampiño
Después de todos los años de diluvio universal
No me han salido más de dos o tres pelos.
7
El control dentro de arca es un caos
Nadie quiere sacar el aseo
Nadie quiere envirutillar el piso
Nadie quiere hacer las camas
Nadie quiere lavar los platos
¡Entonces si nadie quiere hacer nada!
Hundo está hueá…
8
Me gusta estar aislado dentro del arca
Porque no me gusta que me llamen
Para decir que ha muerto alguien
O que ha nacido la guagua de tal
Es verdad que me gusta esta marginalidad
Escucho radios comunitarias
Que hablan contra el sistema
Leo por horas en baño
Hasta quedar con el culo tieso como palo
9
Noés – me dice la gente-
Te sale muy cara la gracia
Un ojo de la cara- contesto
Pero la paz no se paga con nada.
10
El teléfono tiene los minutos contados
El Internet es precario
El cable tiene pocos sitios de películas
Y aunque tengo el canal del fútbol
Los partidos son en cámara lenta
11
Cuando buscábamos donde vivir
Visitamos varias casas
Antes de encontrar el arca
Anduvimos de arriba para abajo
Y de repente- no sé cómo-
se nos cruzó el arca
Y dentro de ella no pudimos salir
Entonces hicimos las mudanzas
En un dos por tres
Y nos instalamos con camas y petacas
Metimos los perros, las plantas interiores
Libros viejos
Antes que empezara el despilfarro.
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Noés- me dice mi mujer-
Se nos está metiendo agua al bote
No hay techo humano
Que resista este diluvio de deudas
Demolición
Crujen los adobes en estos estantes secretos
Y es esa voz la que se filtra desde la otra casa conjunta
Tal vez un grito fantasmal bastaría para echar abajo esta catedral de latas
Escritura suelta sobre el barro pegado en las murallas
El techo de hojas parado en la espalda de esta hormiga obrera
Entre polvos y piedras lujosas el canto chillón de los grillos
Cuando mis pájaros sin árboles se desangran
Y debo moler a palos los libros de los poetas profundos.
Calambre
Ripio de este amor tan cruento
con ráfagas de pulgas carnívoras bajo la cama
Estas arenas movedizas para este colchón de alambres
Luz que cae en un pozo amargo
y es corriente de agua que corre por mi sangre
Por mis dientes sueltos
Estos huesos oxidados de la espalda
Vejez del perro que nos ladra
Sombra acumulada en los rincones
Y esta luna quebrada-en la ventana
De tus calambres que me agarran- por el sexo.
Residuo
Hollejos sangrientos que voy tirando
Tan lejos suelto las pepas
Son escombros mis huesos divinos
Cuescos puros de esas presas
Cuando en tu cáscara cruda y secreta
Por fruta perdida te entierro mis besos.
Zanja
La grieta vive comiéndose a la casa
Engorda hacia adentro de las vigas
Desde ese epicentro tiritan los vidrios
Las botellas vacías y los muebles de tierra
Que se van por la zanja
Una cicatriz venérea reproduce a los ratones de yeso
Porque al fondo están los esqueletos de los poetas malditos
Libros deshojados, colillas de cigarrillos
Unos compactos de Charles Mingus mordidos
Por los perros sueltos
Esto es un Circo en llamas
Esta es la tumba del poeta desconocido.
Jaula
Detuvo a mis pájaros en su encierro
La pintura blanca circundando el mosquitero
Mientras que por los barrotes asomaban sus picos rabiosos
Los poetas mudos, inválidos de lengua
ELLA cavó un túnel en mi cabeza
Extrajo tierra oscura de mi cerebro
YO arrastraba cadenas por pasadizos
Pero dentro de la jaula HABÍA vacío
Frente al ESPEJO con Gilles Deleuze
Me rasuraba el mentón frigio o frígido
Entonces abrí mis ojos de cerraduras
Y el hombre que estaba dentro ya no estaba
o era invisible como un ángel del Duino
No tenía alas, ni una maldita pluma pegada
A su cuerpo terrible.
¡Qué RIZOMA !–dijo ella-
Las mil mesetas…
Baudelaire, Baudelaire, siempre me
gustó Baudelaire…
El vino del asesino:
“¡Mi amada mujer ha muerto, soy libre!
Ahora puedo beber hasta saciarme”.
Asfixia
Si Ariadna de su amor los quejidos
hubiese repetido ser amada deshilando sin sentido
los nidos de sus ojos tan secretos
Y yo, como Phlebas el Fenicio, el viejo niño jugando por nada
Resucitando hasta oscurecer...
Huí con el corazón herido
Para que su abeja triste no entrara en mí
Por estas grietas malditas...
De cuervo asfixiado más perdido que la perdiz.
Duelo
Escribe sobre el ajedrez-me dice ella-
De aquel peón ahogado entre cuatro
paredes
De la reina negra agobiada por deudas
Del alfil enamorado del rey blanco
Y del caballo que no pudo volar desde
Esa torre de arena
Me miras desde tu rincón
Con la esperanza de amarnos mientras dure
Esta excitación pasajera
Yo juego para acosar al día- le digo-
Entremos en batalla, dejemos que los muertos
nos resuciten
Más distante de lo que piensas está el verdadero
amor de los amigos
Sólo tu mirada mueve las piezas de lugar
En cada desorden siempre hay un misterio triunfante
El sacrificio por los iguales
Un secreto bien guardado que te obliga a jugar
Si me abandonas- me dice ella-
No pretendas que la revancha
no sea muerte
Bien- le digo-
Tú sabes que un rey no puede jaquear
Y que la reina siempre tuvo ventajas