"La emoción más sutil de la que somos capaces es la emoción
mística. Aquí yace el germen de todo arte y
ciencia verdadera.
A todo aquel a quién este sentimiento le sea extraño, que no sea
capaz de asombrarse y
viva en un estado de miedo es un hombre muerto. Saber
que lo que es impenetrable para nosotros
realmente existe y se manifiesta
como la más alta sabiduría y la belleza más hermosa y que
sólo sus formas
más groseras son inteligibles para nuestras
pobres facultades -- este conocimiento, este sentimiento... este
es el núcleo
del verdadero sentimiento religioso. En este sentido, y sólo en este sentido,
me considero un
hombre profundamente religioso." (Albert Einstein)