Los problemas prácticos y fundamentales de los procesos de diseño de información con distintos fines, tanto en Chile como en el mundo, fueron durante mucho tiempo un campo de disputa entre diferentes disciplinas entre las cuales, cada una en sus propuestas, campos de acción y contenidos tenía un porcentaje de participación y razón, pero también de responsabilidad...puristas más, puristas menos, la complejización de las relaciones en un mundo en transición entre la era industrial y la de información, el exponencial y descontrolado crecimiento en la producción de información y los desfases con la capacidad de comprensión por parte de los seres humanos comunes, y otras causas pusieron por sí mismas en el tapete, ante nuestros ojos una nueva disciplina; importante es decir que no fue una creación a partir de intelectos privilegiados o acotados a una región, o instancia geopolítica, como suele ocurrir, sino a partir de un contexto problemático y complejísimo real, éste, entre muchos, es uno de los puntos a favor de la aparición y resurrección de la AI.

Sin embargo el menor de los problemas es establecer los contextos de origen o una epistemología de la AI,pues el transcurso de la disciplina en estos años nos ha enrostrado más de una vez problemas un poco más concretos, en especial en nuestro país.

Uno de ellos es el desconocimiento aun, y que a estas alturas no debería existir, de lo que que es la disciplina y lo que hace un AI y si bien es cierto la difusión y el desarrollo de eventos relacionado con este tema son en parte una solución no lo es tanto como la coherencia de políticas y líneas que emanan desde una organización de AI fuerte y sólida. Es verdad, eso sí, que la organización es lo más complejo de esto, en especial con la dislocación geográfica que existe a nivel de país de estudiosos, practicantes y ejecutores de AI, pero no es una tarea imposible, de hecho existen núcleos muy fuertes que si bien es cierto no han visto fructificar sus esfuerzos están allí como una estructura ausente a los ojos, pero presentes y vivos. La dispersión incluso puede ser favorable, pues la organización de capítulos regionales puede ser también una solución.

Esperemos a ver qué sucede, en este tiempo tan lleno de cambios y expectativas relacionados con nuestra disciplina y démonos tareas concretas como por ejemplo escribir y desarrollar líneas específicas en AI locales, eventos direccionados y no tan ambiciosos, posicionemos la AI en nuestros cubículos, organicemos cursos en Concepción, seminarios pequeños y veremos que apesar de todo algo surgirá...siempre es así.

JCPI