ECONOMÍA Y NEGOCIOS Domingo 31 de Agosto
de 2008
Trabajo
del académico de la Universidad de Concepción será
presentado en el encuentro de la Sociedad de Economía:
¿Estrategia Robin Hood? Subir los impuestos en 50% a los
ricos casi no mejora la desigualdad
Cristián
Mardones halló que los ingresos de los pobres mejoran,
pero que no compensan los efectos negativos que el alza de tributos
produce en la economía, como caída en la inversión
y los sueldos.
Con
los altos niveles de desigualdad, no son pocos los políticos
que piensan en los impuestos como el arma para atacar la mala
distribución del ingreso. Esperan con ellos acortar la
enorme distancia que separa en Chile al grupo menos pudiente del
que tiene más y que nos ubica en el lugar 13 de los paises
con mayor inequidad del mundo.
Por
todo el ruido político, el candidato a doctor en Economía
de la Universidad de Chile y actual académico del Departamento
de Ingeniería Industrial de la Universidad de Concepción,
Cristian Mardones, decidió averiguar si la estrategia de
subir impuestos sería efectiva contra la desigualdad en
la economía chilena.
Sorprendentemente,
encontró que aun subiendo en 50% la carga tributaria a
las personas del quintil más rico y transfiriendo la recaudación
al quintil más pobre, el índice de desigualdad en
Chile sólo cambia marginalmente. Seguir esta estrategia
no sirve, y junto con no mejorar los ingresos perjudica también
otros aspectos de la economía, concluye. El trabajo se
denomina "Estrategia Robin Hood en Chile: Distribución
e Indicidencia", que será presentado en el encuentro
anual de la Sociedad de Economía Chilena la semana que
viene.
Después
de analizar y cruzar una serie de datos, encontró que el
alza en la tasa de impuestos a la renta produce un descenso del
ahorro privado, que varía en magnitud de acuerdo al aumento
de la carga tributaria. Si es 10%, la reducción del ahorro
respecto del PIB es de 0,1% y si el alza es de 50%, el descenso
alcanza a 0,7%.
El
PIB se incrementa en el corto plazo, porque al contar con más
recursos los pobres, que menos ahorran, se provoca un aumento
del consumo y del producto hasta de 0,2%. "Pero se espera
una menor tasa de crecimiento futura del PIB, ya que la inversión
se reduce entre 0,47% hasta 2,35%", sostiene Mardones. Un
cambio que es importante.
Los
sectores más afectados por los impuestos son la construcción
y los servicios, donde gastan con mayor fuerza los grupos de más
ingresos. La agricultura y los servicios básicos como electricidad,
gas y agua, al contrario, se ven beneficiados, porque esos productos
son los que más consumen los pobres.
Este
efecto sobre los sectores económicos genera un impacto
importante sobre el mercado laboral: "Caen los ingresos de
todas las categorías de empleo", dice Mardones. En
mayor medida el femenino calificado hasta el masculino no calificado.
Los hogares más pobres, debido al aumento de las transferencias,
ven aumentar sus ingresos. Sin embargo, como éstos parten
de un bajo nivel, el impacto sobre la desigualdad es bastante
menor, arrojaron los resultados del estudio.
Con
estos datos a la mano, Mardones concluye que el llamado Coeficiente
de Gini -donde 0 corresponde a perfecta igualdad y 1 a una alta
desigualdad- varía muy poco, menos de los 1,5 puntos porcentuales,
aun subiendo la actual carga tributaria en 50%.
"Elevar
en esa magnitud los impuestos requeriría de un gran consenso
político, esfuerzo que parece no justificarse con los resultados
que se podrían lograr", concluye Mardones.
Dos
expertos, de tendencias políticas opuestas, comentan este
estudio
"Sin
entrar al fondo metodológico, el resultado del mismo es
interesante y es consistente con lo que sabemos en materia económica",
comenta la directora del programa económico de Libertad
y Desarrollo, Rosanna Costa.
"Lo
interesante es que introduce la dinámica, y lo que permite
analizar y corroborar los mecanismos a través de los cuales
la economía reacciona frente a un shock, en este caso un
cambio tributario que aparentemente debía favorecer la
distribución del ingreso".
Sostiene
que, en efecto, el mayor impuesto a la renta afecta el ahorro,
la inversión, y este mecanismo termina por afectar la productividad
del trabajo, y con ello las remuneraciones. "Así,
no sólo hay efectos potenciales en el empleo, sino también
hay cambios en las remuneraciones", opina.
"La
conclusión nuevamente es que el sistema tributario debe
ser eficiente, y son otros los instrumentos que deben utilizarse
para reducir la pobreza y mejorar la distribución del ingreso",
asevera.
El
director de Ingeniería Comercial de la Universidad Central,
Juan Carlos Scapini, afirma que llama la atención que ante
una medida de incrementar impuestos al quintil más rico
y transferirlos al quintil más pobre de la población,
los resultados medidos para el coeficiente de Gini sean tan diferentes
en Chile a los mostrados por los demás países desarrollados
(Reino Unido, Estados Unidos, Dinamarca, Irlanda).
Afirma
que la base del Servicio de Impuestos Internos -que sirve para
calcular el impuesto progresivo a la renta del quintil más
rico- "está siendo objeto de permanentes formas de
'elusión', y en la práctica impide un mayor aporte
del sector más rico a la tributación del sector",
cree.
"Para
que el aumento de impuestos produzca los efectos deseados en la
distribución del ingreso se requiere cambiar la actual
estructura impositiva y además endurecer la fiscalización
tributaria en el quintil más rico de la población",
asevera.
El
estudio, dice Scapini, considera solamente las transferencias
contenidas en los subsidios monetarios explícitos, "que
son relativamente pequeños en el país". En
cambio, deja afuera todas las transferencias implícitas
que el Estado provee a través de los servicios de salud,
educación y vivienda. "Cuando éstas se incorporan
al análisis, el coeficiente Gini mejora en un 10%",
asevera.
Experto
analizó datos de cuentas nacionales y la Casen
Para
lograr arribar a estos resultados, Cristian Mardones procesó
un número muy importante de datos de la economía
chilena. Tomó las cuentas nacionales con base en 2003 -publicadas
el año pasado- para construir un modelo (denominado de
equilibrio general de la economía chilena) que le permita
replicar cómo reacciona la economía a los cambios
de impuestos. Identificó 12 sectores económicos
y los cruzó con la encuesta de presupuestos familiares
y la encuesta Casen para ver el patrón de gastos de las
familias chilenas en cada uno de los rubros de actividad económica
identificados. Además, con datos de la Casen vio el impacto
que se produce también en los salarios de las personas
según su nivel de calificación. Para evaluar el
efecto sobre el ingreso de los más pobres, consideró
también todas las transferencias monetarias que realiza
el Gobierno a los que tienen menos.
Con
todos estos "inputs", se lanzó a la tarea de
simular cómo un alza de impuestos al quintil más
rico afecta a la economía y a los más pobres en
particular.